En el último año, las ventas de Samsung sumaron un total de 258,94 billones de wones (179.550 millones de euros), un 14,3% menos que un año antes, después del retroceso del 32% del negocio de semiconductores, hasta 66,59 billones de wones (46.170 millones de euros), incluyendo una bajada del 36% en las ventas de memorias.
Entre octubre y diciembre, el beneficio neto atribuido de Samsung disminuyó un 74,4%, hasta 6,02 billones de wones (4.170 millones de euros), aunque aumentó un 9,4% respecto del trimestre inmediatamente anterior, mientras que las ventas cayeron un 3,8% interanual, hasta 67,78 billones de wones (47.000 millones de euros), con un crecimiento secuencial del 0,5%.
"Los ingresos y las ganancias operativas del cuarto trimestre aumentaron con respecto al tercer trimestre debido a un mejor desempeño en memorias debido a los precios más altos y a la fortaleza continua en las ventas de productos de visualización premium", ha explicado la multinacional.
De este modo, Samsung ha señalado que, en el primer trimestre de 2024, se concentrará en mejorar la rentabilidad aumentando las ventas de productos de alto valor agregado, mientras que la división de dispositivos (DX) reforzará las funciones de IA en los teléfonos inteligentes y otros productos de consumo.
Asimismo, la multinacional ha expresado su confianza en que el mercado de la memoria y la demanda de TI "sigan recuperándose en 2024", aunque admitió que aún quedan incertidumbres macroeconómicas.
"Dado que se espera que las incertidumbres macroeconómicas actuales afecten el entorno empresarial en el corto plazo, la compañía espera que las ganancias en la primera mitad de 2024 muestren una mejora moderada, y se espera que se produzca una mejora más significativa en la segunda mitad del año", ha anticipado.
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