En virtud de este convenio, Pinearq podrá incorporar en sus complejos hospitalarios cerramientos de altas prestaciones de la multinacional gallega fabricados con perfiles extruidos a partir de Infinity, un tocho de aluminio generado en las fundiciones de Cortizo a partir de ventanas, puertas, fachadas y otros elementos constructivos de este material que, al finalizar su vida útil, han sido reintroducidos en el proceso productivo a través del reciclaje. Además, su fabricación arroja unas emisiones de menos de un kilo de CO2 por cada kilo de aluminio producido, lo que supone una reducción de más del 95 % de las emisiones de carbono y del consumo energético demandando en la producción de tocho primario.
“Infinity se ha convertido en un icono de la construcción que sitúa el foco en la circularidad y en la reducción del impacto ambiental del proceso edificatorio”, destaca el director general de arquitectura de Cortizo, Daniel Lainz, reivindicando el aluminio como “el mejor aliado de una arquitectura respetuosa con el planeta”. Lainz también recuerda que este material “puede ser reciclado de forma infinita sin merma alguna de sus propiedades”, aportando “puntuaciones destacadas” en proyectos que aspiren a certificaciones verdes como Leed o Breeam.
Por su parte, el arquitecto fundador y director general de Pinearq, Albert de Pineda, celebra este acuerdo con la compañía gallega. “Valoramos la calidad de los productos de Cortizo desde hace años, los cuales ya están presentes en proyectos emblemáticos de nuestra oficina como el ya finalizado SJD Pediatric Cancer Center. Además, también serán instalados en la ampliación del Hospital del Mar en Barcelona, el nuevo Hospital de Puertollano y el Hospital del Niño de Panamá, todos ellos en fase de construcción, y en los cuales ya podremos poner en valor las ventajas de este acuerdo. La firma de esta alianza supone una gran oportunidad para fortalecer nuestra apuesta por la circularidad y la reducción de la huella de carbono en la construcción de hospitales y otros equipamientos complejos para las ciencias de la salud, minimizando así el impacto ambiental por la extracción de material”, concluye.