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La Junta aumenta la privatización sanitaria mientras restringe la contratación de médicos y enfermeras en el sector público
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La Junta aumenta la privatización sanitaria mientras restringe la contratación de médicos y enfermeras en el sector público

miércoles 18 de octubre de 2017, 07:55h

Más dinero para la sanidad privada, fondos sin gastar en la contratación de personal de refuerzo en la sanidad pública y un ritmo lento en la renovación tecnológica de los hospitales y en las obras en nuevos centros hospitalarios. Los números oficiales del propio Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), la ejecución del presupuesto a la que ha accedido clm21.es, revelan que el ejecutivo de coalición de las dos formaciones de izquierda está haciendo lo contrario de lo que anuncia y promueve. A 30 de septiembre, el gobierno del presidente García-Page ha tenido que dotar de dinero adicional las partidas destinadas a los tratamientos terapéuticos en clínicas privadas y para intervenciones quirúrgicas en la sanidad privada, una vez que había superado los fondos aprobado por las Cortes. Ese aumento de fondos destinados a la sanidad privada coincide con una congelación de las contrataciones de médicos para sustituciones y refuerzos, también de enfermeras, de personal técnico y de auxiliares en los hospitales públicos. La sanidad pública presentó en septiembre las peores listas de espera quirúrgica de la legislatura, con casi 38.000 pacientes y habiendo generado un déficit estructural en la atención a los ciudadanos. La lista ha aumentado en más de 4.000 personas en verano. Las nuevas incorporaciones a la lista de espera se hacen con cita a más de seis meses vista.

El 30 de septiembre, el gobierno había comprometido ya en procedimientos quirúrgicos en clínicas privadas 12.960.902,68 euros, 1,6 millones más de la cuantía aprobada por el Parlamento para todo 2017. Ese mayor gasto de un 14 por ciento en los servicios quirúrgicos de la sanidad privada se produjo tanto en los procedimientos generales como en los específicos de cardiología. El gobierno había pagado al sector privado por intervenciones generales a finales del tercer trimestre el 23 por ciento más de los fondos que tenía aprobados y en cardiología el 8,4 por ciento. Los datos anticipan que de los últimos años (incluidos el final del gobierno del Partido Popular), 2017 será el año en el que el gobierno destine más fondos a la privatización de servicios sanitarios.

La Junta se había gastado en septiembre más dinero que el aprobado por las Cortes para todo el año para derivaciones quirúrgicas y para la mayoría de pruebas y diagnósticas y de tratamientos terapéuticos

Otro tanto sucede en los procedimientos terapéuticos prestados por compañías privadas de salud. El gobierno contempla un catálogo de 10 tratamientos por las empresas privadas. En 8 de ellos ya había dejado la hucha a cero y había tenido que poner dinero adicional. Entre los procedimientos figuran los de radioterapia y los de otros gastos de terapias oncológicas. También los de fecundación in vitro, litotricias, fisioterapia, logopedia y otros procedimientos.

El tercer gran bloque de derivaciones es el destinado a pruebas diagnósticas. De siete específicas y una genérica, el gobierno ha agotado los fondos para cinco pruebas. No sólo los ha agotado, sino que se ha gastado en algunas de ellas 10 veces más de lo que aprobaron las Cortes. Endoscopias, ultrasonidos, tomografías o radiología han necesitado que se habiliten cuantías adicionales para cubrir el excesivo gasto realizado en los nueve primeros meses del año en clínicas privadas por parte del gobierno.

Estos datos contrastan con las manifestaciones realizadas en reiteradas ocasiones por miembros del ejecutivo que sostienen que se han reducido las derivaciones, en verano se ha puesto en marcha el plan MAS Sanidad para contratar personal para “aumentar la actividad de los quirófanos” y que desde 2016 se viene desarrollando un ambicioso plan de renovación tecnológica en los hospitales para evitar las derivaciones a clínicas privadas.

Los datos del propio SESCAM revelan que la lista de espera quirúrgica este verano (en julio agosto y septiembre) se ha incrementado en 4.146 paciente y que los que tienen que esperar más de seis meses para pasar por el quirófano han aumentado en 4.123, o lo que es lo mismo, las nueva incorporaciones se hacen con citas a seis meses vista.

En materia de personal, los datos revelan que a finales de septiembre el gobierno sólo había gastado el 44 por ciento de los fondos para sustituciones de médicos y el 39,88 por ciento para contratar personal facultativo de refuerzo; en total más de 8 millones de euros para el pago de los salarios base de ese personal. En el caso de enfermería, el gobierno mantenía sin gastar más de 4,2 millones de euros de los 10,8 destinados a refuerzos. La escasa contratación también afecta al personal técnico y a auxiliares de enfermería. A finales de septiembre el gobierno se había gastado en personal de refuerzo y sustituciones un 17,78 por ciento menos que el año pasado por las mismas fechas.

En cuanto a la modernización de equipos, en mayo de 2016, El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció la puesta en marcha de un Plan de Renovación Tecnológica del Equipamiento del SESCAM para los próximos cinco años (2016-2021), que estaría dotado con 26,4 millones de euros y que traerá consigo la renovación o, en su caso, sustitución del material de alta tecnología, con el objetivo de proveer de una mayor vida útil y añadir nuevas funcionalidades a los equipos instalados en los centros sanitarios de la región. El anuncio se produjo durante la inauguración de la Jornada de Primavera de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM) y la III Jornada de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina Nuclear (SCMMN).

A finales de septiembre, el gobierno se había gastado en personal de refuerzo y sustituciones un 17,78 por ciento menos que el año pasado por las mismas fechas.

Sin embargo el exceso de gasto corriente llevó al gobierno a congelar las inversiones en 2016 para tratar de cumplir con el objetivo del déficit, cosa que finalmente tampoco consiguió. En 2017, el programa de atención integrada a la salud contempla una inversión en tecnología médica de 8,23 millones de euros, de los que a final de los nueve primeros meses del año sólo se habían producido compras por valor de 2,12 millones. El gobierno reiteró es programa y se encontró en abril con una donación de 15 millones de euros de la Fundación Amancio Ortega para la adquisición de siete mamógrafos digitales con tomosíntesis e imagen sintetizada y siete aceleradores lineales.

En junio de este año, el presidente se desplazó a Guadalajara donde presentó un aparato de tomogragía por emisión de positrones, conocido como PEC-TAC. Un mes después la oposición denunciaba que ese equipamiento móvil ya no estaba en Guadalajara.

Por lo que respecta a la obra nueva hospitalaria, el SESCAM contempla dos partidas, por un lado una de 6,1 millones de euros gestionados por la Dirección General de Asistencia Sanitaria, de los que a finales de septiembre, sólo se habían gastado 231.357,18 euros. La otra partida, también dentro del SESCAM está dotada con 29,5 millones de euros. A final del tercer trimestre, se han gastado 10,8 millones.

En esta situación, parecen más que acertadas las propias palabras del presidente García-Page en mayo de 2016 en las citada Jornada de Primavera de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM) y la III Jornada de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina Nuclear (SCMMN): “No curar siempre sale más caro a la larga.
Todo gasto que hagamos en sanidad responde no solo a un imperativo moral, sino a la certeza de que resulta imposible tener una sociedad competitiva si no tenemos una sociedad sana”.

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