Así se ha pronunciado Agudo ante los medios de comunicación en Guadalajara, donde ha aprovechado para recordar que, hace unas semanas, desde el PP-CLM se le pidió a Page que, siendo coherente con sus palabras y declaraciones en medios de comunicación-en las que manifestaba que si hubiera tenido que votar la amnistía hubiera dimitido de inmediato- que cese de sus cargos orgánicos a los diputados que la votaron en el Congreso a favor de dicha ley.
Agudo se lo ha vuelto a pedir, que los cese, empezando por su número dos, Sergio Gutiérrez, ya que son responsables de que hoy haya publicada una Ley de Amnistía que nos hace desiguales a los españoles, una ley de corrupción política que perjudica a los vecinos de Castilla-La Mancha.
Ha continuado confirmando que Page, que no es consecuente con sus palabras, ya que no las acompaña de hechos, “socava su credibilidad”, convirtiéndose en un presidente que “no es creíble” y que se dedica a “burlarse de la inteligencia de los castellanomanchegos” sin cesar a sus diputados y apoyando, con su silencio, el chantaje del independentismo a Sánchez y a los españoles. “Page es partícipe de la fiesta del independentismo”, en la que Sánchez “invita y Page condena” a los vecinos de la región perdonando los 15.000 millones de euros de deuda catalana.
De esta forma, Carolina Agudo ha recordado que, a cada uno de los castellanomanchegos, la condonación de la deuda catalana nos cuesta 315 euros de nuestro bolsillo. Una decisión apoyada tanto por Pedro Sánchez como por el presidente socialista de la región, y que está condenando a nuestra tierra. Unas decisiones, las de los dirigentes socialistas, que nos hacen desiguales.
La secretaria general de los populares de la región ha indicado también que las políticas socialistas también nos condenan a ser los que más impuestos pagamos, separándonos de regiones que van a la cabeza de la creación de empleo y riqueza como es el caso de las limítrofes Madrid y Andalucía, que lejos de seguir la senda de la subida impositiva o la creación de nuevos impuestos, como es el caso de lo que ocurre en Castilla-La Mancha, eliminan impuestos y los bajan, haciendo sus territorios más atractivos para empresas.