Desde que el pasado 18 de septiembre Bimbo anunciara su intención de cerrar de manera definitiva la planta de producción de Villarrobledo, se han sucedido las protestas para evitar el despido de 166 trabajadores de la fábrica, así como otros cuarenta pertenecientes a subcontratas de la misma.
La Junta de Castilla y León trabaja a contrarreloj para tratar de hallar una alternativa, algún inversor que quiera hacerse cargo de la factoría vallisoletana, fundada en 1973 y una de las siete que Grupo Bimbo adquirió tras absorber a la marca española Panrico.
Pero detrás del actual conflicto por el cierre, motivado según ha informado la compañía por “causas productivas y organizativas”, hay un problema aún mayor. Un lastre que Bimbo lleva arrastrando casi una década y que le ha obligado a cerrar definitivamente siete de sus fábricas, conservando solo 10.
Primero fue la planta de Palma de Mallorca, cerrada en 2016. Le siguieron Teror (Gran Canaria), Granollers(Barcelona), Tenerife y Paracuellos (Madrid) cerradas en 2019. 2020, 2021 y 2022 respectivamente. Finalmente, en 2024 cerró la factoría de El Verger (Alicante) y antes de que finalice el año está prevista la clausura de Valladolid.
Una “mala racha” de diez años
Lo cierto es que Grupo Bimbo recortó sus beneficios en casi un 42% en el primer semestre del año y sólo logró crecer en el mercado de Méjico, mientras que en Europa las ventas retrocedieron un 4,5% y en Estados Unidos un 13,2%.
Bimbo arrastra malas cifras desde hace años, especialmente en algunas de sus marcas más insignes como Donuts. Una mala gestión financiera en determinadas épocas, poca capacidad de adaptación, nuevas condiciones de mercado y la popularidad de los hábitos de vida saludables han venido socavando muchos de los nichos de mercado de la compañía, que también ha tenido que soportar una dura competencia por parte de las marcas blancas.
Por ello, aunque Bimbo aún mantiene 10 plantas en España, no es de extrañar que todas miren con recelo a los planes futuros de la multinacional mejicana, que ya ha borrado del mapa al 40% de su línea de producción en ocho años.
Bimbo en Azuqueca, 35 años de historia
La fábrica de Bimbo en Azuqueca de Henares (Guadalajara) se puso en marcha en el año 1989 y, desde entonces, se ha ido adaptando y modernizando para mantenerse en la primera línea del sector. Con una nave de 32.000 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 58.500 metros en el Polígono Miralcampo, diariamente salen de la factoría más de 70 camiones tráiler cargados de pan de molde en distintas variantes y de pan rústico.
Actualmente, la factoría de Azuqueca emplea a más de 600 trabajadores en sus diversas líneas de producción.