Este contraste evidencia la baja densidad de riqueza en Castilla-La Mancha, que se sitúa entre las cuatro comunidades autónomas con menor número de contribuyentes de alta renta en términos absolutos junto Extremadura, La Rioja y Cantabria.
Mientras, en Madrid hay más de 15.000 contribuyentes con rentas superiores a 600.000 euros (casi 120 veces más que en nuestra región) y Cataluña registra alrededor de 5.700. En proporción a la población, esto significa que apenas 8 de cada 10.000 declarantes en Castilla-La Mancha superan los 150.000 euros, frente a más de 30 por cada 10.000 en Madrid o 20 en Cataluña.
La estructura de las rentas altas en la región también difiere de la de los grandes centros financieros del país. La riqueza en Castilla-La Mancha suele estar vinculada a grandes empresarios del sector agroindustrial (vinícolas, lácteos y cárnicos), promotores inmobiliarios locales de éxito, propietarios de extensas fincas y algunos profesionales liberales de alto rendimiento, más que a fortunas financieras o herencias multimillonarias.
En términos fiscales, la región refleja un esfuerzo tributario moderado, acorde con su renta per cápita inferior a la media nacional. Esta realidad evidencia una capacidad económica general más modesta en comparación con Madrid, Cataluña o el País Vasco, donde la acumulación de capital es mucho más intensa.
Menos ricos, menor recaudación
La escasez de contribuyentes de alta renta en Castilla-La Mancha tiene un impacto directo sobre las arcas públicas regionales. Al concentrarse la mayoría de la riqueza en unos pocos declarantes, la capacidad de recaudación del IRPF y otros impuestos sobre grandes fortunas es limitada, lo que reduce los ingresos disponibles para financiar servicios públicos, infraestructuras y políticas sociales. Esta estructura fiscal obliga a la comunidad a depender más de transferencias del Estado y de impuestos indirectos, como el IVA, lo que incrementa la presión sobre rentas medias y bajas y limita la flexibilidad presupuestaria frente a otras regiones con mayor concentración de riqueza.