El encuentro, celebrado en la sede de la patronal toledana con representantes del lobby La Sociedad Clave de detectives privados, ha puesto el foco en el absentismo por incapacidad temporal común, cuyo gasto se ha disparado un 60% en los últimos cuatro años. Nicolás ha advertido de que este fenómeno “no tiene justificación médica” y que se concentra sobre todo en trabajadores de entre 35 y 45 años, mientras que a partir de los 55 años las bajas han descendido de forma significativa.
Los empresarios toledanos han alertado de que el absentismo fraudulento repercute directamente en la competitividad de las empresas, especialmente en aquellas con menos de diez empleados, donde las ausencias han llegado a alcanzar el 50% de la plantilla en determinados momentos. Manuel Madruga, secretario de Fedeto, ha denunciado incluso prácticas de “extorsión empresarial”, con trabajadores que han pedido despidos pactados para acceder a prestaciones por desempleo y que, al no conseguirlo, se han dado de baja médica.
Por su parte, Julio Gutiez, socio director de Mira Detectives Privados, ha confirmado que el 80% del trabajo de los despachos de detectives está vinculado a casos de fraude laboral. Según ha explicado, la motivación de las bajas fraudulentas también ha cambiado: antes se buscaba compatibilizar con un segundo empleo, mientras que ahora, en muchos casos, la finalidad ha sido disponer de más tiempo de ocio.
El impacto económico del absentismo en España ha ascendido a 33.000 millones de euros anuales, situando al país a la cabeza de Europa, con una tasa del 6,8% frente a la media comunitaria inferior. Ante esta situación, los empresarios toledanos han insistido en que los detectives privados se han convertido en la única herramienta eficaz para acreditar bajas fraudulentas y han reclamado al Gobierno central y a los sindicatos “abrir un debate serio” sobre una práctica que, según recalcan, “ha dañado tanto a las empresas como a los propios trabajadores que sí cumplen con sus obligaciones”.