Según ha informado el sindicato CSIF, los trabajadores siguen comunicando “constantes incidencias” y síntomas relacionados con su labor diaria, una situación que, aseguran, se prolonga “en exceso dada la gravedad del caso” y que afecta ya a decenas de empleados del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), con consecuencias que podrían ser “difíciles de predecir” a medio y largo plazo.
Los delegados lamentan también el impacto emocional que esta situación está generando entre los profesionales, al no recibir una “solución convincente, satisfactoria y definitiva” ni por parte de la Gerencia del Complejo Hospitalario de Toledo ni del propio Sescam.
Desde el sindicato recuerdan que la Inspección de Trabajo ordenó el pasado 1 de agosto la realización inmediata de mediciones en el Laboratorio de Anatomía Patológica cada vez que se detectaran síntomas entre los trabajadores. Sin embargo, a día de hoy -más de dos meses después- esas mediciones “aún no se han llevado a cabo”, a pesar de que las incidencias han sido comunicadas “en múltiples ocasiones”.
Asimismo, denuncian que la Inspección de Trabajo exige a la Gerencia la elaboración de informes sobre los posibles daños a la salud derivados de la actividad laboral, pero que dichos informes, “de existir, no han sido comunicados a los delegados de prevención”.
Ante la falta de avances, los delegados de Prevención reiteran su petición de cierre temporal de las instalaciones para su revisión completa y reparación de las deficiencias detectadas. Además, anuncian nuevas movilizaciones: a partir de este lunes, se concentrarán todos los lunes a las 10:00 horas a las puertas del Hospital Universitario de Toledo, con la posibilidad de aumentar la frecuencia de las protestas “y adoptar otras medidas de presión” hasta que se garantice la seguridad física y mental de los trabajadores afectados.