Por sectores, la industria extractiva y manufacturera fue la única que registró una caída interanual (-2,6 %). En cambio, el suministro de energía eléctrica y agua (6,1 % en la serie original y 9,1 % ajustada), el comercio (3,0 % original; 5,8 % ajustada) y los servicios no financieros de mercado (2,3 % original; 3,7 % ajustada) impulsaron el crecimiento global.
En comparación mensual (agosto sobre julio) y en términos corregidos por estacionalidad, el indicador general descendió un 0,7 %, una caída significativa tras varios meses de avances. Solo los servicios mostraron un aumento mensual (+0,3 %), mientras que el suministro de energía y agua sufrió el mayor retroceso (-5,8 %).
El aumento interanual del 1,6 % -o del 4,4 % en la serie corregida- confirma que el sector empresarial mantiene su capacidad de crecimiento, aunque el descenso mensual apunta a un enfriamiento de la actividad en el corto plazo.
La caída en la industria genera cierta preocupación, ya que la debilidad del sector manufacturero puede limitar el impulso positivo procedente de los servicios y el comercio. Por otra parte, el repunte del suministro de energía y agua refleja una mayor demanda regulada, posiblemente vinculada a factores climáticos o de consumo puntual.