No hay reunión de periodistas y políticos en la que se hagan quinielas en las que falte su nombre, que si a la alcaldía de Ciudad Real -ciudad en la que nació hace 45 años- que si a un hipotético gobierno regional…"Irá donde quiera” llegó a decir Vicente Tirado a un grupo de periodistas cuando hizo el balance del pasado año, quien añadió “porque es muy bueno”. Y de eso son conscientes en la bancada contraria. Cuando sube a la tribuna se remueven los de enfrente, porque Cañizares es uno de esos políticos de formas educadas y verbo suave en discursos duros, lo que se conoce en el argot como “de guante seda en puño de hierro”.
“La falta de rigor en el diseño de políticas regionales se está empezando a notar en los indicadores económicos”
Algo tienen que ver en esa forma de hacer los marianistas, donde hizo sus primeros estudios, el colegio público donde cursó bachillerato, la UCLM donde estudió Derecho… Pero sobre todo su familia.
Su padre, diputado y portavoz popular en las dos primeras legislaturas, que se ganó el respeto con el respeto, fue, a decir del expresidente y oponente José María Barreda, uno de los dos mejores diputados que ha tenido la región. Claro que el expresidente Barreda no coincidió con el hijo. Francisco Cañizares entró en las Cortes cuando Barreda presentaba la dimisión. Las Cortes ya no eran “las cortitas” de los años 80 y principios de los 90 (se las bautizó así por las limitaciones de su actividad) y Castilla-La Mancha ya había dado el cambio de autonomía administrativa a autonomía política con pleno desarrollo de sus competencias. Era 2011, cuando la Gran Recesión se empezaba a hacer visible en esta tierra, las empresas empezaban a caer como castillos de naipes, los demandantes de empleo en España se aproximaban a los 6 millones y en Castilla-La Mancha estaban cera de los 300.000, las arcas públicas se llenaban de telarañas, se daba salida a los pagos propios y heredados mediante créditos y se hacía una economía de guerra.
En la actualidad Francisco Cañizares Jiménez (Ciudad Real, 1972), echa de menos que el gobierno del presidente García-Page “carezca de política económica y haya perdido los criterios lógicos y coherentes para gobernar”. Dice que ahora “el gobierno regional hace los presupuestos sin pensar cómo se consiguen los recursos. Empieza la casa por el tejado. Así se empiezan mal las cosas. Hace falta rigor, saber dónde se quiere ir cómo se quiere ir. Y lo estamos empezando a pagar con los resultados macroeconómicos que se empiezan a deshilachar. Ahora, con mejor situación económica general y contando con más dinero, recibiendo 600 millones más del Estado, no se traduce en mejores servicios en sanidad o educación. El único instrumento de política económica son los planes de empleo y sin criticarlos, es evidente que no pueden ser la única herramienta económica. La falta de rigor en el diseño de políticas regionales se está empezando a notar en los indicadores económicos”.
“La situación de la sociedad respecto a los servicios públicos que presta la Junta no es de complacencia, no es de satisfacción”
Y a la hora de hablar pone el énfasis en la repercusión de esta actuación del gobierno de García-Page a nivel de calle: “La situación de la sociedad respecto a los servicios públicos que presta la Junta no es de complacencia, no es de satisfacción. Los ciudadanos se quejan del funcionamiento de la sanidad o del curso escolar. No es una cosa de la oposición”.
Parece que su última frase más que una crítica es un consejo al gobierno para que enfoque bien, para que no pierda de vista el interés general. Y hace lo propio cuando se le pregunta por el conflicto abierto por el ejecutivo regional con la Universidad: “La situación responde al concepto patrimonialista que el PSOE tiene de la UCLM. Cree que la Universidad es suya, piensan que es algo patrimonial de la Junta y del partido, pero la Universidad ha crecido, ha madurado, tiene su autonomía que ejerce y reclama. Unas veces acertará y otras fallará, pero el gobierno no lo asume y quiere volver a los primeros tiempos, con Bono, de control y supervisión”.
Cañizares ve malas consecuencias en esta política, porque la Universidad tiene una oferta amplia y compite en calidad formativa e investigadora con otros centros. “Y García-Page la está metiendo en un lío, eso es muy peligroso para el futuro de la UCLM. No es ahora cuando se están haciendo peor las cosas. Habrá cosas mejores y otras peores. Las cuentas son transparentes. El gobierno regional cuestiona la financiación de la Universidad y cuestiona su gestión. ¿Qué puede pensar una familia o los chicos y chicas que estén pensando en estudiar una carrera? El gobierno les está quitando argumentos para que apuesten por nuestra Universidad. No le importa que la UCLM esté valorada como una de las universidades más transparentes del país, que sea muy bien valorada en formación e investigación. Lo que provoca el gobierno es hablar de restringir las becas, de ralentizar la investigación…Eso es terrorífico como región”.
Para el portavoz del PP, lo importante de esta actuación del presidente de la Comunidad no se mide en rédito electoral, sino en el daño institucional que puede ocasionar su beligerancia: “Es una gestión irresponsable para un presidente. Es de lo más grave que recuerdo en un representante de la región: dañar a conciencia a una institución por una pelea personal, una pelea para tratar de controlar la Universidad que tiene un equipo de dirección elegido democráticamente. Eso es lo que institucionalmente me preocupa”.
“Los ciudadanos se quejan del funcionamiento de la sanidad y de la educación”
Cuando traslada el análisis sin apasionamiento a la sanidad, dice que en Castilla-La Mancha “se agravan los problemas comunes que tiene el Sistema Nacional de Salud. Todas las Comunidades tienen problemas con la sanidad, pero aquí han empeorado en los últimos años”. Cañizares parte de que “todas las regiones estamos equiparadas en cuanto a la calidad de los profesionales sanitarios, que es muy buena”. Y pone el foco en la gestión político-administrativa: “Las esperas medias para ser operados se han disparado. Somos la segunda comunidad con unos tiempos medios de espera de 180 días, detrás de Canarias que tiene 177. Hay lista de espera en atención primaria. De cara al paciente no se están haciendo bien las cosas. Luego encima protagonizamos las noticias negativas, como el escándalo de la contratación de especialistas no homologados”.
Además de las listas de espera, en este momento de la conversación Cañizares habla de la política de personal, de contrataciones, de sustituciones: “Se está contratando a personal de lunes a viernes, el viernes se le despide para volver a contratarle al lunes siguiente. Está bien prometer, anunciar y hacer campaña, pero hay que gestionar y en gestión este gobierno es un cero a la izquierda. Ya vemos como de un año a otro en el Debate del Estado de la Región el presidente repite las mismas promesas y anuncios que el año anterior. Eso supone que se ha perdido un año”.
Cuando se le pide que valore las continuas referencias del gobierno actual al gobierno de Cospedal, el portavoz de los populares lo tiene muy claro: “Es cierto que todos los partidos políticos tratamos de simplificar nuestros mensajes. Pero los del PSOE indican su inseguridad respecto a sus políticas, la poca fuerza de las políticas del presidente García-Page. Le falta potencia política, lo que le lleva a estar más pendiente de lo que hizo o dice que hizo el PP. Es la única forma que tiene de hacer política. Cospedal marcó un hito, con ella el PP ha pasado a ser la primera fuerza política en regionales y en nacionales, al PP se la identifica con ella. Lo que transmite el PSOE es miedo a ese liderazgo. Creo que la gente nos tiene identificados a todos y saben lo que Cospedal hizo en una situación muy delicada. Ahora, cuando la situación ha mejorado y se cuenta con más dinero, el presidente García-Page es incapaz de transmitir que hacen cosas y las hacen bien. No ha sacado adelante ningún tema relevante y trata de engancharse a mantras como Bono, pero no tiene ni su inteligencia ni su astucia. Se olvida de lo que afecta a los ciudadanos, de lo que verdaderamente les preocupa. Es una situación de cierto complejo respecto al PP en general y a Cospedal en particular. En García-Page se suscita otro problema y es que nombró a consejeros de un nivel más bajo, lo que se ha traducido en que tienen poca relevancia política, hasta el punto que hay colectivos que no saben identificar a su consejero o consejera. Quien recuerde equipos de Bono puede hacer la comparación”.
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