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Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina.
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Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina. (Foto: Abel Martínez // SESCAM)

El fracaso en la gestión deja el modelo sanitario de CLM como el segundo peor de España

martes 29 de mayo de 2018, 20:57h
Más dinero, más profesionales, más equipos y la sanidad pública que gestiona el gobierno regional del presidente García-Page presenta año tras años peores resultados, con más ciudadanos en espera de ser operados y que permanecen más tiempo de espera, lo que la ha convertido en el segundo peor servicio sanitario público autonómico.

Recientemente un ciudadano mayor, Francisco Marco, relataba ante los periodistas cómo se ha tenido que gastar los ahorros de toda una vida, más de 9.000 euros, para que tras años de esperas de ir y venir al SESCAM, la sanidad privada operara a su mujer y le pusiera una prótesis de rodilla. Ahora anda haciendo las gestiones para tratar de recuperar el colchón que tenía para su jubilación.

El informe anual del Sistema Nacional de Salud revela que CLM es la primera región en el porcentaje de pacientes que esperan más de seis meses para ser operados

Su caso no es aislado. En Castilla-La Mancha hay 1.265 personas en espera de que les realicen una artroscopia y 875 que aguardan una prótesis de cadera. Las grandes cifras aumentan y dan vértigo: 36.180 ciudadanos pendientes de ser operados, que deberán esperar una media de 163 días para poder pasar por el quirófano. Y en la medida que se desgranan, el vértigo aumenta porque hay especialidades, como la de cirugía pediátrica, en las que los tiempos medios de espera son de 269 días, aunque hay niños que tienen cita con el quirófano para pasado el año. Y según se desciende aún más de nivel y en lugar de especialidad se atiende a la patología, los números marean: 7.218 castellano-manchegos esperan una simple intervención de cataratas, 2.124 de una hernia inguinal, 1.400 para una colecistectomía.

Es lo que se denomina espera estructural. Y para cataratas, Castilla-La Mancha presenta la mayor demora del país con una tasa de 3,74 por cada 1.000 habitantes o de colecistectomía (con una tasa del 0,73), la tercera en hernia inguinal (con una tasa del 1,10) y otro tanto en caso de artroscopia (0,66). En otras como en prótesis de cadera, túnel carpiano… también es de las que mayor número de pacientes tiene en espera en relación al número de habitantes.

Y esa espera estructural no sólo Castilla-La Mancha presenta los peores ratios en cuanto al número total de pacientes. También los tiene en cuanto al tiempo que estos deben esperar de media. Así, uno de cada cinco pacientes de la región pendientes de una intervención de cataratas aguarda más de seis meses. En la mayoría de las Comunidades la proporción no llega a 1 de cada 100. Para una hernia inguinal 1 de cada tres pacientes aguarda más de 180 días. En la mayoría de las Comunidades no llegan a 4 de cada 100. Para prótesis de cadera, una intervención que come muchos recursos, uno de cada dos castellano-manchegos aguarda más de seis meses. En ocho Comunidades el índice está por debajo de 4 de cada 100 pacientes. Lo mismo sucede en artroscopias.

Castilla-La Mancha también es la segunda Comunidad en la que más se tarda en operar a los pacientes (163 días de media)

163 días de media para ser intervenido y el 36,4% de los pacientes en lista de espera aguarda más de seis meses para una intervención. Son los grandes indicadores del sistema de lista de espera del Sistema Nacional de Salud que reflejan un mayor deterioro de la sanidad de Castilla-La Mancha durante 2017. A pesar de la purga de las listas realizadas en diciembre por el SESCAM, en la que se dieron de baja a numerosas personas sin llegar a intervenirlas, los datos sitúan a Castilla-La Mancha como una de las regiones españolas con peor sanidad, en la que los pacientes esperar el doble que los del resto del país para ser operados. El gobierno trata de contener el deterioro, además de con la purga de las listas, llamando a operar a los pacientes que sobrepasan los 180 días. Eso ha permitido rebajar desde enero en 1.250 personas, las que llevaban más de seis meses.

Sólo en Canarias tienen una espera mayor, de 177 días. Un año antes el plazo en Castilla-La Mancha era de 162 días (uno menos que en 2017) y ocupaba la tercera plaza, por detrás de Cataluña (173 días) y Canarias (182 días). El promedio de espera en España para ser intervenido en la sanidad pública es de 89 días, la mitad de lo que tienen que esperar los castellano-manchegos.

El deterioro en los plazos de atención durante 2016 se vio agravado en 2017 hasta el punto de que si en 2016 el porcentaje de los pacientes en lista quirúrgica que deberían esperar más de seis meses era el 33,1% del total, el tercero más alto de España, en 2017 había subido al 36,4%, el más elevado de todo el país. Son prácticamente 4 de cada 10 pacientes. En la mayoría de las regiones la proporción está por debajo del 10 por ciento, es decir uno de cada diez.

En cirugía pediátrica el tiempo medio que deben esperar los niños en lista de espera es de 269 días, el más alto de toda España

La situación en algunas especialidades es dramática, en cirugía pediátrica el tiempo medio que deben esperar los niños en lista de espera es de 269 días, el más alto de toda España. En la mayoría de las Comunidades en esta especialidad los plazos de atención no llegan a los tres meses. En maxilofacial también se tienen los plazos medios más altos, de 255 días, cuando igualmente en la mayoría de las regiones españolas no se llega a los 90 días. En traumatología el tiempo medio de espera es de 204 días, sólo superado por Canarias, donde es de 230 días. También es la que tiene el peor tiempo de respuesta en la atención a pacientes cardíacos en lista de espera, con unos plazos de atención de 109 días, cuando en la mayoría de España los plazos se mueven por debajo de los 60 días y, al menos en 6, estos plazos son inferiores a los 40 días.

En otras especialidades los pacientes castellano-manchegos son los segundos o los terceros que más tiempo deben esperar para pasar por el quirófano. Entre ellas están: la de digestivo (147 días), la de oftalmología (110), otorrinolaringología (147) y urología (129).

Más de la mitad de los niños que esperan una operación (el 57%) lo hacen durante más de seis meses. Lo mismo le sucede entre las personas que necesitan una intervención de neurocirugía el 59,9% espera más de 180 días, y casi la mitad de los pacientes de traumatología (49,4%) y de cirugía maxilofacial (48,4%) de la Comunidad esperan más de seis meses. En el caso de la cirugía plástica el porcentaje sube al 61,4%. En cirugía torácica el porcentaje es del 41,7%.

Es una batería de números que chocan con otros, como el de ser una de regiones que más porcentaje del PIB se gasta en sanidad, o en la que el gobierno presume de haber aumentado las contrataciones de personal o haber incrementado el equipamiento en tecnología de vanguardia o de invertir en mejoras en los centros hospitalarios. La lista de espera estructural se ha ido deteriorando, a pesar de todas esas circunstancias y de haber aumentado los fondos para la atención en la sanidad privada mediante derivaciones de pacientes por encima de lo que tenía el gobierno anterior, al que había acusado de privatizar la sanidad y de haber deteriorado el servicio público.

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