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Jesús Fernández Vaquero junto a periodistas de la región, en el Desayuno informativo del presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha.
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Jesús Fernández Vaquero junto a periodistas de la región, en el Desayuno informativo del presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha. (Foto: Cortes CLM)

Vaquero (PSOE) considera que “el gobierno regional ha devuelto la seguridad al ciudadano” y eso le sitúa “al borde de la mayoría absoluta”.

  • Convencido de que no habrá superdomingo electoral y de que “si lo hubiera no nos beneficiaría ni como partido ni como región”
  • Señala que el PSOE regional está en 16 escaños, Ciudadanos en 5, Podemos en 1 y el PP en 11”

viernes 21 de diciembre de 2018, 17:27h
Jesús Fernández Vaquero, uno de los hombres fuertes del PSOE, que es uno de los artífices de que el socialismo recuperara el poder en Castilla-La Mancha y al que se tiene como uno de los políticas mejor informados de la región, asegura que “tiene la percepción” de que García-Page podrá gobernar en la próxima legislatura con un diputado más que ahora, lo que le situaría al borde de la mayoría absoluta o, incluso, con mayoría absoluta. Así lo ha expresado en un encuentro con los medios de comunicación para hacer balance de legislatura del funcionamiento de las Cortes de Castilla-La Mancha, que él preside. También está convencido de que, a día de hoy, Pedro Sánchez no convocará elecciones anticipadas, que no habrá superdomingo electoral: “Si lo hubiera no nos beneficiaría ni como partido ni como región”.
Fernández Vaquero pone cifras y quien le conoce sabe que las percepciones de este político curtido cuando se trata de resultados suelen sustentarse en encuestas. Y los números de esas percepciones son: 16 diputados para el PSOE, uno más que en 2015 y a uno de la mayoría absoluta, 5 para Ciudadanos, 1 para Podemos y el resto, 11, para el PP. Eso supondría que la formación morada perdería un escaño y que el PP perdería cinco. Respecto a Vox, ve difícil a día de sus percepciones que entre en el Parlamento Regional porque necesita un 10% de los votos. No obstante, señala que la política actual es muy cambiante. Define el escenario como “muy interesante”, sobre todo cuando se desciende a la lucha por las principales alcaldías de la Comunidad.

Durante la charla revela algo que los periodistas que cubren la información política desde hace muchos conocen y es que es amigo personal de García-Page desde hace más de 20 años y que “con una mirada de uno el otro sabe lo que está pensando”. A falta de un periodo de sesiones de tres meses para que termine la legislatura, Fernández Vaquero ha sido el mullidor de muchos de los acuerdos que han permitido dar estabilidad al gobierno. Tal vez por ello afirma que el momento que no se le olvidará nunca es “el de la cara que puso el presidente -dice refiriéndose a sí mismo- cuando Podemos rechazó el presupuesto de 2017, cuando había un acuerdo para aprobarlos y momentos antes me habían dicho que votarían a favor. Fue una puñalada bajera impresionante. Nos dejó desconcertados, incluso al secretario general del PP, inconscientemente en un primer momento me dijo ‘habla con ellos, a ver si lo sacamos’”.

Tampoco duda al reconocer a preguntas de un periodista que a nivel nacional se hizo famoso por la foto de él brazos en alto que en muchos medios ilustró la información sobre el comité federal del 1 de octubre de 2016, que provocó la caída de Pedro Sánchez

Vaquero, que se mueve en el terreno del posibilismo político, no habla de pactos postelectorales si se cumplen sus percepciones: “Todo pasa por una solución centrada de gobierno, apartarse de los extremos”. En sus palabras hay un matiz, él se refiere a la forma de gobernar, no a las formaciones políticas y así considera que el pacto con Podemos no ha supuesto una acción radical de gobierno.

No duda en pronunciarse sobre el resto de las formaciones políticas. No le duelen prendas en reconocer que “ha sido, es y será amigo de Vicente Tirado”, hasta hace poco secretario regional del PP de Castilla-La Mancha y hoy vicesecretario nacional de política autonómica de los conservadores. Tras el relevo en la dirección regional del PP ve a sus nuevos dirigentes “preocupados en cerrar heridas internas. La elección de Núñez ha provocado fisuras”. Y remata: “No es oro todo lo que reluce”. La frase lleva su mensaje. En cuanto a Ciudadanos, dice que “no se percibe a nadie que sea capaz de ser la imagen de ese proyecto”. Su opinión se produce apenas unas semanas antes de que se inicie el proceso de primarias regionales en la formación naranja para elegir al candidato o candidata a la presidencia de la Junta de Comunidades. Tampoco le da más importancia porque a la hora de definir la contienda electoral del 26 de mayo dice que en Castilla-La Mancha se presentan García-Page (PSOE), Francisco Núñez (PP) y Albert Rivera (presidente nacional de Ciudadanos)”, en lo que señala que a la formación de centro derecha le da lo mismo quien sea su candidato, “aunque están buscando alguno que ya tenga proyección política”. Habla de Podemos y dice que pueden desaparecer del mapa regional. Claro que “las percepciones” le llevan a matizar y a decir que pueden sacar un diputado por Toledo y que “es muy difícil que repitan el de Guadalajara”.

Aunque ya no sea el secretario de organización del PSOE de Castilla-La Mancha, tampoco duda en hablar de los candidatos de su partido a las alcaldías, aunque lo hace en tono más positivo. Destaca a la actual consejera de Fomento, Agustina García Élez, como una candidata muy buena para Talavera, considera a Milagros Tolón una buena alcaldesa de Toledo y cree que el actual vicepresidente del gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, sería un excelente candidato para Cuenca. Reconoce que Antonio Román, el alcalde del PP de Guadalajara es un político consolidado, pero el candidato del PSOE, Alberto Rojo, es muy reconocido y querido entre la gente. También estima que Francisco Cañizares, el actual portavoz parlamentario del PP en las Cortes, es un muy buen candidato del PP a la alcaldía de Ciudad Real, “pero nosotros tenernos una muy buena alcaldesa, Pilar Zamora, que lo está haciendo muy bien… Todo está muy interesante”.

El panorama nacional lo define como complicado: “Funciona regular. Hubo una crisis, luego una moción de censura, problemas en los partidos… La situación del país es rara”. Y frente a ese dibujo contrapone que “Castilla-La Mancha funciona. Puede haber errores, pueden existir meteduras de pata, pero somos el referente de cómo se tiene que gestionar un gobierno, cómo se deben gestionar los servicios de una Comunidad Autónoma. Somos un referente político”. Cuando en otro momento de su encuentro con los periodistas retoma el asunto es para cifrar la clave que diferencia a nuestra región: “Se ha dado seguridad al ciudadano, se la hemos devuelto”. Y añade: “Han existido dos modelos de gestionar la crisis, dos tratamientos. El del Cospedal y el nuestro. Cogimos una región desmoralizada, destruida en lo esencial, con valores perdidos y hemos generado esa confianza. Hay problemas, claro, y hay que seguir trabajando”.

No teme que el tema catalán se cuele en la campaña electoral castellano-manchega, como lo hizo en Andalucía y fuera una de las causas del fuerte retroceso del Partido Socialista en la comunidad vecina. Tampoco que el fuerte sentimiento españolista de nuestra región vaya a pasar factura a la candidatura de García-Page por la política de Pedro Sánchez en Cataluña. Cuando el periodista le recuerda que casi el 50% de los castellano-manchegos se declaran únicamente españoles (sin sentimientos regionalistas), no duda ni un minuto: “Yo soy uno de ellos. La mayoría de los castellano-manchegos nos sentimos españoles. Y hemos conseguido en estos 35 años que nos guste Castilla-La Mancha”.

Y dentro del repaso de unos y otros, un periodista le pregunta por su futuro. Dice que está cansado: “Quizás ha llegado el momento de tomarme un descanso. Tendré que hablar con Emiliano García-Page, el presidente y mi amigo y a partir de ahí veremos. No digo que me voy. Será lo que hablemos y decidamos”.

Respecto al balance de la actividad de las Cortes que él preside, ha destacado el incremento de las sesiones parlamentarias tanto en plenos como en comisiones. A falta todavía de tres meses para acabar la legislatura, las 91 sesiones plenarias superan ya en un 7% a las de la anterior legislatura y las 196 de comisiones en un 16,3%. También ha señalado que se ha producido un descenso de la actividad legislativa y ha citado como una de las causas la ausencia de mayorías absolutas y la necesidad de consensuar las leyes.
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