La arriesgada apuesta de Ciudadanos

Cabría pensar que esa decisión tiene una base racional y que responde a criterios relacionados con las expectativas electorales y con los posicionamientos para el día después. Sin embargo, los datos revelan que en los últimos meses la formación naranja ha crecido con fuerza en voto más simpatía en Castilla-La Mancha, mientras se estancaba a nivel nacional. En concreto, desde noviembre Ciudadanos había pasado en Castilla-La Mancha de unas expectativas del 10,7% en voto más simpatías al 17,3%, según los barómetros del CIS. A nivel nacional la evolución en el mismo periodo ha sido del 13,3% al 14,3%. El dato cobra mayor relevancia teniendo en cuenta que las pasadas elecciones autonómicas Castilla-La Mancha fue una de las regiones en las que Ciudadanos no sacó representación. Algo que se debió a los recelos de la entonces organización del partido en Toledo, que hizo contracampaña al candidato regional, que se presentaba por esta provincia. Es decir, se debió a una lucha interna de poder.

Con los datos en las manos, no parece que la razón del relevo de Orlena de Miguel haya sido la de las previsiones de la cuenta de resultados y habría que buscarla en clave interna, en una lucha de poder, en las camarillas que existen en todas las formaciones, esas mismas que lastraron el resultado hace cuatro años. Con los datos, Ciudadanos podría haber llegado a tener el gobierno de Castilla-La Mancha dentro de tres meses en función de los pactos postelectorales.

Orlena de Miguel se va dejando el listón electoral muy alto. Este hecho convierte en muy arriesgada la nueva apuesta de la formación naranja a menos de tres meses para las elecciones autonómicas. Tan alto había dejado el listón que el portavoz parlamentario de la formación naranja, Juan Carlos Girauta, ha buscado candidatura en Toledo, provincia por la que Ciudadanos se aseguraría un escaño en las elecciones generales.

Es cierto que en política hay unos votos que se mueven en relación a la marca electoral (partido político), al liderazgo nacional, o la comunicación nacional. También es cierto que las simpatías a una formación no son simétricas, no son iguales en todos los territorios y varían de una región a otra. Tampoco es menos cierto que las organizaciones regionales, o los liderazgos regionales pueden sumar o restar al común. En este caso y, a decir de las encuestas, sumaban.

De ahí lo arriesgado de la apuesta. Carmen Picazo llega con la voluntad de conservar o mejorar la herencia que le deja su compañera Orlena de Miguel. Picazo da perfil y tiene la experiencia que le ha dado su faceta como concejala y portavoz municipal de los naranjas en Albacete, pero cuenta con poco tiempo para darse a conocer.

Y de puertas adentro, para el día después hay quien piensa que no basta con mejorar los resultados de 2015, sino las expectativas de 2019, unas expectativas en las que incluso entraba liderar la Junta. Claro que, si hay opciones de ser decisivos para el gobierno, todo se olvidará, aunque el resultado sea peor que las expectativas que dejó Orlena de Miguel. Las heridas se cicatrizarán. Y es que el poder une.