A pesar de su avance ininterrumpido, el subsector agroalimentario ha perdido peso en el conjunto de nuestro sector secundario, en el que llegó a superar el 40% en 2015 (40,2%) y en 2016 (41,8%). Los datos forman parte de la Encuesta Industrial de Productos que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Un peso que ha ido ganando y recuperando el sector químico, que con 5.283 representa el 23,3% de la industria.
La fabricación de material para el sector de automoción ha duplicado sus ventas y preocupa el impacto de la guerra comercial internacional en las automovilísticas europeas
Ambos sectores, agroalimentario y químico suponen el 61% de las ventas de nuestra industria, diez puntos más que hace una década. Dicho de otra forma casi dos de cada tres euros que vende la industria regional provienen de uno de estos dos sectores. Los que no logran recuperarse y que han cedido el paso a un nuevo modelo industrial en la Comunidad son los ligados al sector de la construcción, por un lado, y a la globalización del comercio por otro.
Así, el sector de la madera ingresa menos de la mitad de hace diez años y se queda en 316 millones frente a los 664 de 2018. El de minerales no metálicos (entre otros y fundamentalmente ladrillos, azulejos y productos cerámicos y cristales ingresa 905 millones de euros menos que en 2008 y se queda en 908(-49,9%). Lo mismo ocurre con el de fabricación de elementos metálicos para la construcción (estructuras y carpinterías), que de los 1.321 millones de euros que generaba en 2008 ha pasado a vender 927 millones, con un descenso del 29,8%.
En el sector manufacturero regional ha caído también el textil y la industria del mueble. Las fábricas de confección ingresan un 20% menos que hace una década y se quedan en los 202,5 millones de euros y las de muebles un 15,5% menos con unas ventas en 2018 de 376 millones, 69 menos que diez años antes. No obstante, la industria del calzado ha logrado resistir el embate del comercio global y factura un 31% más y roza ya los 300 millones de euros.
El hueco que han ido dejando los subsectores que han sufrido el impacto de la crisis del ladrillo, por un lado, y de la globalización del comercio con la concentración de la producción internacional de textil en países asiáticos, por otro, lo han ido cubriendo no sólo la industria agroalimentaria y la química. El subsector de fabricación de material de transporte, que vendió el año pasado por valor de 1.086 millones de euros, duplicando la cifra de hace una década, se sitúa como el tercero en la industria manufacturera de la Comunidad (descontado el subsector de producción energética). Su peso es ya del 4,8%. Precisamente, este peso es el que hace que preocupe el impacto que puede sufrir por la guerra comercial desatada por Estados Unidos y que afecta ya a los grandes grupos de automoción europeos, especialmente los alemanes.
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