El pesimismo se instala en el sector empresarial de todo el país
- En Castilla-la Mancha el índice armonizado de confianza cae un 3,1% y se sitúa en sus niveles más bajos desde el primer trimestre de 2017
- Las opiniones empresariales sobre la evolución del empleo se mueve en terreno negativo y son más los que piensan que disminuirá
viernes 11 de octubre de 2019, 11:58h
El pesimismo se instala en el sector empresarial de todo el país. En Castilla-La Mancha, el índice armonizado que mide la confianza empresarial alcanza los niveles más bajos desde el primer trimestre de 2017. A nivel nacional, hay que remontarse al tercer trimestre de 2016 para encontrar una situación más pesimista que la que hay en la actualidad. La caída general de la confianza económica se expresa también respecto a los precios y el empleo.
El objetivo de esta encuesta que elabora trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) es conocer en un momento determinado la visión que tienen los responsables de los establecimientos sobre su situación. El índice de confianza mide la opinión de los gerentes de negocios sobre su situación actual y sobre sus perspectivas para el siguiente trimestre, en este caso el último del año.
El índice armonizado del IV trimestre retrocede en Castilla-La Mancha un 3,1%, dos décimas más que en el conjunto del país, donde la confianza de los empresarios sobre sus negocios cae un 2,9%. El descenso se da en todas las Comunidades Autónomas, en una horquilla que va desde el 0,9% en Asturias al 5% del País Vasco y el 6,5% de Extremadura.
Este índice armonizado se calcula a partir de dos variables, la de situación y la de expectativas. Y consiste en restar las opiniones desfavorables a las favorables. Si el resultado es negativo, la valoración de la situación es pesimista. Al contrario, es optimista. Esa metodología se aplica también a la otra variable, la de las opiniones sobre las expectativas.
En el caso de Castilla-La Mancha, una comunidad que se caracteriza tradicionalmente por unos mayores niveles de optimismo empresarial respecto al conjunto del país, los resultados de las dos variables se mueven en terreno pesimista con un saldo de -3,3 puntos porcentuales en cuanto a la situación y de -4,2 puntos respecto a las expectativas hasta finales de año. En el conjunto del país, el estado de situación todavía se mueve en ligeras dosis de confianza (0,2%), mientras que en las expectativas para este trimestre se impone el pesimismo por 2,7 puntos porcentuales.
Sólo Cataluña (5 puntos porcentuales), Comunidad Valenciana (4,5), País Vasco (3,7) y Madrid (3) se mueven en terreno de confianza positiva en el futuro inmediato. Los datos desagregados por sectores a nivel nacional (no existen regionalizados), marcan un pesimismo en todos ellos. El mayor descenso de confianza se da en la construcción, con un descenso del 3,7% de su índice armonizado y del de otros servicios (3,3%). Transporte, hostelería e industria se mueven en el descenso medio del 2,9%. El menor pesimismo se da en el comercio, con una caída de la confianza del 1,6%.
El índice de confianza también cae en todos los segmentos empresariales en función del número de asalariados. La pérdida de confianza es más profunda en las pymes, especialmente en las compañías entre 10 y 49 trabajadores (3,4%) y en las de menos de 10 asalariados (3%). La caída del índice de confianza empresarial es menor en las sociedades con más de 1.000 trabajadores.
En la encuesta se miden, además de la situación y las expectativas generales, otras variables económicas más concretas tanto respecto al trimestre que comienza (expectativas) como al que finaliza (situación). Así entre los empresarios son más los que creen que disminuirá el personal contratado (superan en 6,4 puntos a los que se muestran convencidos de que aumentará) y que disminuirán los precios (3,8 puntos).
Esa caída de precios ya se ha dejado sentir en el trimestre que finaliza, no así en la variable de empleo, donde son más los empresarios que señalan que ha aumentado que los que dicen que ha disminuido.