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Las aseguradoras del SESCAM deberán pagar la mayor indemnización registrada en España por una negligencia médica
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Las aseguradoras del SESCAM deberán pagar la mayor indemnización registrada en España por una negligencia médica

miércoles 22 de enero de 2020, 12:11h
La Justicia condena a las aseguradoras Zúrich y Mapfre a compensar con hasta 5,5 millones de euros a los padres de una menor que presenta numerosas secuelas como consecuencia de una negligencia médica durante el parto. La sentencia responsabiliza a la matrona y el médico del Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas, encargados del alumbramiento, de la “pérdida irreversible de bienestar fetal” que desembocó en una serie de complicaciones médicas en la menor, que tendrá lesiones de por vida.

Los hechos recogidos en la sentencia del Juzgado de lo Penal de Ciudad Real y que ha dado a conocer la Asociación El Defensor del Paciente, tuvieron lugar en octubre de 2012 en el Hospital General de Valdepeñas (Ciudad Real) dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y que en el momento de los hechos recogidos en la sentencia se llamaba Hospital Gutiérrez Ortega.

Una serie de negligencias médicas durante un parto terminaron, según concluye el auto, por provocar un “grave y severo daño neurológico” en la menor recién nacida. Ahora, la Justicia condena al SESCAM y a las aseguradoras Zúrich y Mapfre a abonar una indemnización de 5,5 millones de euros a los padres de la menor, la mayor cuantía en materia de negligencias médicas en España.


Según la información proporcionada por El Defensor del Paciente, cuyos servicios jurídicos se ha encargado de asumir la defensa del caso, la sentencia condena a un ginecólogo y una matrona “como autores de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave”. Ambos deberán asumir una pena de nueve meses de multa a razón de una cuota diaria de diez euros.

La sentencia también condena como responsables civiles directos a los encausados y la aseguradora Mapfre y Zúrich, respecto de éstas con un límite de 1.000.000 euros a cada una.

Por lo tanto, indemnizarán conjunta y solidariamente, con responsabilidad civil subsidiaria del SESCAM a los padres de la menor con 2.591.498 euros más una pensión anual de 25.500 euros por las lesiones y secuelas sufridas, con aplicación de los intereses legales.

La cuantía total, incluyendo un cálculo previo de los intereses previstos (3.008.886 euros) asciende a más de cinco millones y medio de euros.

Todo ocurrió el 14 de octubre de 2012, cuando la madre de la menor acudió al Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas con síntomas de parto tras una gestación normal y controlada. Este resultaba su tercer parto y de los dos anteriores nacieron 2 hijos completamente sanos.

Un sufrimiento fetal irreversible que ha causado secuelas de por vida

El Defensor del Paciente señala que durante el control de la evolución del parto la matrona decidió prescindir de una de las dos cinchas que se utilizar para la monitorización de la frecuencia cardíaca fetal y el control de la dinámica uterina del sistema Eco-Doppler, sistema que tiene por finalidad la detección de los signos precoces indicativos de una posible pérdida de bienestar fetal.

“Tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardiaca del feto, ni a las 9 anotaciones de bradicardia que quedaron impresas (descensos de la frecuencia cardiaca fetal), claras e inequívocas señales de alarma en la evolución de ese período de parto”.

Según reconoce la sentencia, tanto el ginecólogo como la matrona encargados del seguimiento y control del parto no adoptaron las medidas necesarias encaminadas a solucionar la situación de pérdida de bienestar fetal, lo que desembocó en “un sufrimiento fetal irreversible” y “la recién nacida sufrió un grave y severo daño neurológico como consecuencia de la falta de oxígeno, causada por el descenso repetido y mantenido de la frecuencia cardiaca fetal”.

En la actualidad, la menor presenta las siguientes lesiones: encefalopatía hipóxicoisquémica con parálisis infantil grave de predominio distónico, convulsiones, alimentación mediante PEG (sonda de gastrostomía endoscópica), permaneciendo hospitalizada durante 91 días en el Servicio de UCI de Neonatología del Hospital de Albacete, precisando de diversas intervenciones quirúrgicas (tiroidectomía, histerectomía, miomectomía, cistectomía, colecistectomía, laminectomía, reemplazo de cadera/rodilla, nefrectomía, procedimientos laparoscópicos mayores y resección/cirugía reparadora del tracto digestivo).

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