Raúl, de 51 años y padre de dos hijos, es el primero de los trabajadores del servicio público del transporte sanitario terrestre que muere en esta difícil etapa y circunstancias de la epidemia del COVID-19.
Desde el comité señalan que "somos trabajadores, tanto los del servicio Urgente como los del Programado, que estamos en primera línea y desgraciadamente no podemos decir que estemos recibiendo todas las necesarias y oportunas medidas preventivas de seguridad. Somos un colectivo olvidado a la hora de realizar los test de pruebas y de recibir elementos de protección que nos garanticen una normal prestación de nuestros servicios; y todo a pesar del elevado número de compañeros y compañeras en situación de baja médica por contagio directo o indirecto".
El Comité de Empresa de UTE Ambulancias Cuenca ha anunciaddo que apoyarán cualquier iniciativa que se pretenda realizar para rendir homenaje al compañero fallecido, y apelan al conjunto de la plantilla a secundarla.