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A partir de ahora, el día de la Día de la Región será también un reconocimiento a víctimas afectadas y servicios directamente implicados en la pandemia de la COVID19
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(Foto: José Ramón Márquez //JCCM)

A partir de ahora, el día de la Día de la Región será también un reconocimiento a víctimas afectadas y servicios directamente implicados en la pandemia de la COVID19

domingo 31 de mayo de 2020, 15:00h
El Gobierno de Castilla-La Mancha fijará en las sucesivas celebraciones del Día de la Región, el 31 de mayo, un reconocimiento a la victimas afectadas por la pandemia de la Covid19, así como a todos los sectores que se han visto implicados en combatir sus consecuencias.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, lo ha indicado esta mañana en el marco de un emotivo discurso, que ajeno a valoraciones y balances políticos, ha pretendido rendir un merecido recuerdo a los muertos de la región, víctimas de la Covid al tiempo que ha hecho un reconocimiento a buena parte de los sectores laborales y servicios públicos que han luchado contra los estragos que ha causado la pandemia mundial.

“Hoy es un día para compartir sentimientos, valores y raíces”, ha dicho el jefe del Ejecutivo al tiempo que se ha mostrado convencido de que hay momentos en la vida en los que, “todos somos uno, ese momento en el que todo el mundo se siente comunidad”. Para el presidente autonómico “este virus nos ha hecho más pueblo y más nación”.

Lejos de hacer de la jornada de hoy una fiesta, Emiliano García-Page sí que ha querido exhibir el orgullo que siente y respira Castilla-La Mancha por los hombres y mujeres que, día a día, han trabajado por mantener el pulso de esta tierra que ha sufrido en primera línea la onda expansiva del virus. Del mismo modo, ha querido centrar la jornada en expresar y compartir el dolor de las cerca de 3.000 familias que lloran la pérdida de sus seres queridos, a los que ni si quiera pudieron despedir.

Gratitud, coraje, unidad y futuro

“Gratitud, coraje, unidad y futuro” han sido las palabras de García-Page ante apenas 30 invitados, hoy protagonistas en el patio del Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia del Gobierno regional. Un acto atípico para esta jornada que ha estado marcado por las banderas a media asta, un puñado de calas blancas enfundadas en un lazo negro y otro ramo de rosas rojas y amarillas simulando la bandera de España. Precisamente la bandera de España ha sido portada por un enfermero al ser este el “año de la Enfermería y la Matrona”.

El himno de España, tres piezas de música clásica, a cargo de Michal Dmochowski en el violonchelo y Juan José Montero, en el clave de la catedral Primada de Toledo, ha generado en este acto la solemnidad de esta mañana de luto y unidad ante el dolor.

En este contexto el presidente ha subrayado el término de la palabra “gratitud” que “nos da plenitud como personas y que quiero hacer llegar a todos los que habéis participado en esta lucha”, ha dicho.

Del mismo modo ha destacado la “honra y el honor” que ha supuesto prestar un servicio a toda la sociedad, una experiencia que “nos hace ser optimistas” tras esa gran reacción conjunta. También ha destacado la unidad en el dolor que ha sentido la inmensa mayoría de la población “y - ha añadido - nos queda todavía pasarlo mal, yo hasta hace diez minutos he estado enviando mensajes de pésame”.

Ante esta situación, el jefe del Ejecutivo autonómico ha dado las gracias por haber estado al frente de la Comunidad Autónoma en un momento tan duro. “Para mí ha sido un honor porque siempre, desde niño, tuve vocación de servidor público”. En esta misma línea ha lanzado un mensaje de optimismo a los castellano-manchegos, para que una vez que el dolor se mitigue, “la sociedad vuelva a vivir en el optimismo y la esperanza”.

21 calas blancas en honor al deber cumplido

Mercedes Fuentes Santos, Guardia Civil; Marcos Cruz Mateo, militar; José Luis Martín Mora , Policía Local; Oscar Sánchez-Portal Medina, Policía Nacional; Mariano Perea Fernández, de Protección civil; Miguel Estévez Prado, bombero; Jorge Zapatera Maroto, de GEACAM; Antonio Sancho Buil, agente medioambiental; Justina Sánchez-Pinilla Carrillo, afectada de la COVID; Luz Divina Campos Borrallo, cajera de una gran superficie; María Elena Martínez Vedriel, del transporte sanitario; Juan Francisco González Pinilla, transportista; María José Sánchez Carretero, médica de la Unidad de Cuidados Intensivos; Virgilio Cencerrado, enfermero; Natividad Gil Pérez Técnica en Cuidados Auxiliares de Enfermería; Felipe Barba López, celador, Jimena Úbeda Ormeño, auxiliar de residencia; Alejandro García-Gasco Alcalde, agricultor; Emérita Domínguez Sánchez, docente; Emilia Francisca Ramírez Moraga, voluntaria de Cruz Roja y Vanessa Calleja Pezuela, trabajadora del 112.

Ellas y ellos han sido los encargados de depositar una cala blanca, envuelta en un lazo negro, en representación de los sectores más significativos que han trabajado sin descanso en la lucha contra esta pandemia. A su trabajo, agradecido y reconocido, el presidente ha querido sumar el de los farmacéuticos, de los servicios funerarios, funcionarios, conductores oficiales, empresarios, medios de comunicación, el de la Iglesia Católica, las diputaciones y los ayuntamientos.

“Una nación es un sentimiento profundo para compartir la vida, el miedo y el éxito” ha dicho Emiliano García-Page convencido de que, “en esta tierra de Don Quijote, sabemos lo que es el infortunio y el coraje, el coraje de ayudar”.

El presidente de Castilla-La Mancha ha finalizado su intervención de hoy deseando “salud para toda la región”, con un mensaje de ánimo, convencido de que “vamos a crecer porque creemos más en nosotros mismos en nuestra región y en esta nación”, ha dicho. Del mismo modo, ha invitado a poner en práctica el coraje de la mano de la prudencia, “sin bajar la guardia”.

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