El viernes los 835 trabajadores de la cadena de moda Blanco están llamados a la huelga. La empresa, cuyo administrador ha solicitado su liquidación, todavía no ha pagado las nóminas de noviembre, mantiene deudas con algunos centros comerciales por los alquileres, como el caso de Toledo, no tiene existencias de mercancías para proveer a sus establecimientos y trata de salvar la campaña de Navidad, tras la cual está previsto que, hasta que se produzca el cierre definitivo, permanezcan abiertas 13 de las 90 tiendas que todavía conserva.
La compañía textil Blanco no consigue levantar cabeza y se ha visto obligada a solicitar la liquidación de la sociedad el pasado miércoles día 8 en los juzgados de Primera Instancia de Toledo, tras entrar en su segundo concurso de acreedores en tres años.
El concurso de acreedores se presentó en Seseña, donde la empresa posee un centro de distribución
Tras varios meses buscando un inversor que proporcionara una inyección de oxígeno, finalmente Blanco, cuyo nombre social es Global Leiva, decidió presentar concurso de acreedores en Seseña, alegando “insolvencia”. El fondo saudí Ac Modus no ha logrado generar beneficios en España y en Portugal, por lo que “ante la imposibilidad de seguir manteniendo en estas circunstancias la compañía y en aras de preservar la continuidad empresarial de Global Leiva y la protecciónde los intereses de todos los afectados, la sociedad solicitó voluntariamente la declaración de concurso de acreedores”.
Con el anuncio del cierre total de la compañía textil, que llegó a ser una de las más importantes del país compitiendo con Zara o Mango, los sindicatos se han lanzado a la calle y han comunicado a los trabajadores de Blanco la convocatoria de una huelga para el viernes 16 de diciembre. Se espera una gran concentración en Gran Vía, así como otras en diversos puntos del país que aún están por confirmar.
La de Blanco ha sido una agonía lenta que comenzó en junio de 2013 con su primer expediente de regulación de empleo, que afectó a 711 trabajadores. Dos años más tarde llegaba el segundo, con 189 trabajadores afectados. El tercer expediente estaba previsto para septiembre de este año, pero las movilizaciones sindicales y la amenaza de huelgas consiguieron que la empresa decidiera desistir.
Las 90 tiendas quedarán reducidas a 13 hasta marzo, fecha en la que está prevista la clausura total
Con la liquidación, Blanco clausuró su página web pese a estar en plena campaña navideña. Se prevé también el cierre de las 90 tiendas de la marca que todavía permanecen abiertas, entre ellas las de Toledo, Talavera y Guadalajara. También es incierto el futuro del centro de distribución de Seseña, en el que la plantilla se ha ido reduciendo hasta quedar con cuatro empleados.
Fuentes de la empresa denuncian la prácticamente nula información que reciben los trabajadores, que obtienen más información a través de la prensa que a través de los sindicatos o de la compañía. Precisamente a través de un portal de noticas especializado en moda se ha sabido que la empresa tiene intención de escoger trece establecimientos que permanecerán abiertos hasta marzo, con la intención de liquidar el stock, decisión que la empresa todavía no ha trasladado a sus empleados, que están a la espera de recibir el calendario con las fechas de cierre de los establecimientos.
Los trabajadores cobraron fraccionada la nómina de octubre y aún no les han liquidado la de noviembre
La empresa se comprometió a abonar los sueldos hasta el día 23 de noviembre de manera inmediata, pero a día de hoy los trabajadores todavía no han percibido nada. La plantilla es la más afectada por la caída en picado de la empresa, ya el mes pasado cobraron lo correspondiente al mes de octubre a cuentagotas, con pagos del 25 por ciento del salario cada semana. Una situación insostenible que ha hecho estragos en el personal con un gran número de bajas por estrés, según informan los propios empleados.
A lo largo de los últimos meses son muchos los altos directivos que han ido abandonando la empresa, en vista del futuro incierto. Asimismo, se han ido cerrando tiendas por todo el país, muchas de ellas debido a órdenes de desahucio por impagos de los alquileres de los locales. En Toledo, la tienda situada en el Centro Comercial Luz del Tajo recibió la orden de desahucio en julio, tras lo cual los administradores de la empresa negociaron con la gerencia del centro. A día de hoy sigue existiendo una deuda con Sonae Sierra, empresa gerente del centro comercial.
Otro de los problemas a los que se enfrentan las tiendas es la escasez de género. Gran parte de la última colección de Blanco fue retenida en la aduana por falta de pago. La intención de la compañía es liquidar las existencias que la empresa tiene de su proveedor londinense, aunque desde la empresa comentan que es poco lo que allí queda. Mientras tanto, en las tiendas los dependientes hacen malabarismos aprovechando restos de colecciones antiguas del almacén con hasta cuatro años de antigüedad, en un esfuerzo por mantener la imagen del establecimiento.
La empresa creada por Bernardo Blanco y controlada por un fondo saudí, registró pérdidas de 8,9 millones de euros en 2014
Según los últimos resultados presentados, correspondientes al ejercicio 2014, Global Leiva contaba con un patrimonio neto negativo de 7,95 millones de euros, tras perder 8,9 millones ese año, a pesar de ingresar 107,63 millones.