En las seis regiones del mercado de interior (Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Navarra y La Rioja) se produjo un descenso interanual de 56.849 viajeros (-86,3%) y de 102.792 pernoctaciones (-72,3%). En concreto el primer mes del año se alojaron en estos establecimientos rurales del mercado de interior 9.029 personas, que generaron 39.309 pernoctaciones.
Castilla-La Mancha fue de las seis, la Comunidad que más se resintió por el descenso del número de viajeros. Sólo recibió 907 huéspedes, 10.731 menos (-92,2%) que en enero de 2020. Esa pérdida de clientela desplazó a nuestra Comunidad al cuarto puesto en cuota de mercado. Con un 10%, se situó por detrás de Castilla y León (37,6%) y de Navarra (21,8%) y Extremadura (20,2%), que escalan un puesto cada una desplazando a nuestra Comunidad a la cuarta plaza.
El descenso de pernoctaciones no fue proporcional al número de viajeros. De las 39.309 pernoctaciones registradas en estos seis destinos, Castilla-La Mancha tuvo 9.032, el 23% del total, lo que la mantuvo en la segunda plaza que viene ostentando desde hace años, por detrás de Castilla y León (33,1%). En enero de 2020, Castilla-La Mancha tuvo 25.078 pernoctaciones. La evolución interanual en nuestra comunidad es de -16.046 noches de hotel (-64%). La Rioja (-84,7%) y Aragón (-84,4%) son las Comunidades que más se vieron afectadas por la reducción de las noches de alojamiento. Sólo Navarra (-47,7%) ha experimentado un menor descenso que Castilla-La Mancha.
La relación entre noches de hotel y viajeros situó la estancia media en Castilla-la Mancha en 10 días, la más alta no sólo de los destinos de interior, sino de toda España