Según señala en nota de prensa, los farmacéuticos han estado en los puntos más críticos de la pandemia, realizando la pruebas del virus, en labores de rastreo, garantizando la producción, distribución y dispensación de medicamentos, investigando o educando a la población. Una labor desarrollada desde centros de salud, hospitales, laboratorios de análisis clínicos o las 1.254 farmacias castellano-manchegas.
Así se refleja en el documento 'La Farmacia Española frente al COVID-19. Un año de pandemia', del Consejo General de Farmacéuticos que recoge las principales iniciativas puestas en marcha para promover la prevención de ciudadanos y profesionales, y garantizar siempre el acceso a los medicamentos.

Una actitud constructiva, señala, que ha permanecido intacta durante todo este tiempo y se ha reflejado en la puesta en marcha de muchas de estas iniciativas como el reparto de mascarillas entre los más vulnerables, las labores de detección y cribado o la atención farmacéutica domiciliaria.
"Este año ha sido uno de los más duros que hemos vivido todos, personal y profesionalmente, pero ha servido para poner de manifiesto el valor real de muchas cosas, entre otros de los farmacéuticos en todas las modalidades de ejercicio", ha indicado el presidente del COFCAM, Francisco Izquierdo.
En la etapa actual de la pandemia, el COFCAM ha ofrecido a las autoridades sanitarias la colaboración de las 1.254 farmacias como una red de inteligencia sanitaria en el cribado y detección precoz de la COVID-19. Del mismo modo, desde el comienzo de la campaña de vacunación, han llevado a cabo un conjunto de acciones de sensibilización y educación; así como de farmacovigiliancia y adherencia.