La compañía adquirida por Alvinesa es Cades Penedés, ubicada como su nombre indica en el Penedés, una de las más antiguas regiones vitivinícolas de Europa y su compra permitirá a la destilería castellano-manchega incrementar en un 20% su capacidad de producción.
Además, Alvinesa sostiene que con la adquisición de Cades incorporan materias primas procedentes de la uva de gran calidad, ecológica y con niveles de polifenoles (micronutrientes con actividad antioxidante) superiores a la media. Ambas características son muy demandadas por los fabricantes de suplementos dietéticos, alimentos y bebidas.
Un valor añadido para la producción de Alvinesa, que en los últimos años ha venido diversificando su negocio, no limitándose a las bebidas alcohólicas, un mercado controvertido en el que muchos fondos no quieren entrar para evitar polémicas. Actualmente trabaja, entre otros, para el sector cosmético, el farmacéutico, nutricional, etc.
"Estamos encantados de dar la bienvenida al equipo de Cades Penedés a la familia Alvinesa. La incorporación de sus excelentes materias primas de coproductos derivados de la uva respalda nuestra misión de ofrecer a nuestros clientes ingredientes naturales de primera calidad y de máximo rendimiento, producidos de la forma más sostenible posible y respetuosa con el medio ambiente. Esta adquisición refuerza aún más nuestra capacidad para apoyar el desarrollo de productos y las necesidades de consumo de nuestros clientes en los sectores de la nutrición, la alimentación y las bebidas", ha declarado el director ejecutivo de Alvinesa, Jordi Ferre.
Actualmente, Alvinesa no sólo es la mayor destilería del país, sino también una de las compañías con mayor volumen de facturación de Ciudad Real y Castilla-La Mancha.
Con presencia exportadora en 15 países, tienen más de 30 años de experiencia a sus espaldas y fabrican todos sus productos con rigurosos estándares de calidad en sus propias instalaciones “state of the art” que cuentan con una baja huella de carbono.
Alvinesa no emplea solventes químicos en sus procesos de extracción, sólo se utiliza agua, apostando por ofrecer al mercado el producto más natural posible. Generamos un gran porcentaje de la energía que necesitamos en nuestro proceso: el 100% de la energía del vapor (producida por nuestra propia biomasa) y un 30% de la energía eléctrica (mediante energía solar).