Así ven los últimos estudios la situación económica española

Los informes apuntan a que el sector industrial todavía se mantiene en crecimiento, pero en los niveles más bajos desde febrero de 2021. El sector turístico se recupera con fuerza en número de visitantes extranjeros y en el gasto que realizan, aunque todavía no alcanza los niveles de 2019.

Ese empuje del turismo internacional y del nacional tiran del empleo, y así la hostelería acapara el 60% del aumento de las afiliaciones a la Seguridad Social. Según el gobierno, España terminaría 2022 con una tasa de paro de 12,8%. Sin embargo, la previsión de consenso es que la tasa de paro se mantenga estable en 2022, a medida que se reabsorben los ERTE.

Preocupa el impacto de la inflación y de la subida del Euribor en el consumo nacional. Destaca la bajada del crédito al consumo en el primer trimestre que en se situó un 16,7% por debajo de los niveles prepandemia (a pesar de un aumento del 11,4% interanual). Aunque crece con vigor el hipotecario: 15,9% en el trimestre y con el mes de marzo de mayor volumen de préstamos (6.400 millones) desde 2010.

En cuanto al déficit, el último informe de BBVA Research advierte que “las cuentas públicas apuestan a una mejora cíclica del déficit, pero no estructural, lo que nos deja con un menor margen de maniobra con el que afrontar futuras crisis y los retos de medio y largo plazo asociados a la sostenibilidad de las pensiones, la sanidad o la salud pública”.

El estudio apunta a que, en el caso del gasto público, se espera que se estabilice alrededor del 45,2% del PIB, algo más de 3 puntos porcentuales que su nivel estructural anterior a la pandemia. Asimismo, vislumbra el mismo aumento de la presión fiscal y del gasto público, de manera que el déficit estructural se situará alrededor del 3,5%, un nivel similar al anterior al de la crisis de la COVID. Entre sus conclusiones destaca que “la mejora estructural esperada del mercado de trabajo, gracias a los fondos europeos NGEU y a las reformas en marcha, se utiliza para aumentar el gasto público de manera permanente, pero no para reducir el déficit estructural”.