A finales de abril, las arcas de la Comunidad habían recibido 2.415 millones de euros. En esa cantidad se incluían los 145,1 millones de euros por la liquidación de IVA de 2017 que el gobierno central se negó a pagar durante más de dos años y que se avino a librar tras los fallos judiciales en contra del Ministerio de Hacienda.
Precisamente, el Impuesto sobre el Valor Añadido es la partida que más ha aportado a la Comunidad durante los cuatro primeros meses del año. Además de esos atrasos, Castilla-La Mancha ha recibido 508,5 millones procedentes del IVA para su financiación. La siguiente gran partida de ingresos es la del Impuesto de la Renta, que ha dejado 495,4 millones. La tercera gran aportación a las arcas proviene del Fondo de Garantía de los Servicios Públicos, con 475,2 millones de euros.
Tras estos tres grandes conceptos que representan el 61,2% de los ingresos obtenidos por la Comunidad hasta finales de abril, se sitúan las recaudaciones por impuestos especiales, especialmente el de hidrocarburos (171,5 millones de euros) y por el impuesto de transmisiones patrimoniales (94,8 millones) y actos jurídicos documentados (36,8).
En cuanto al gasto, el pago de las nóminas (1.169 millones de euros) ha supuesto el 51,18% del total desembolsado por la Hacienda Pública en el cuatrimestre. En este periodo se observa además una aceleración del ritmo de pagos por parte de la administración autonómica. Si el gasto reconocido crece al 0,74%, los pagos de esos gastos lo hacen al 3,13%.