El dato adelantado se conoce una semana después de que el gobierno prorrogara buena parte de esas medidas y adoptara algunas complementarias por otros 9.000 millones de euros y dos días después de la salida del director del Instituto Nacional de Estadística cuestionado por el gobierno porque no introducía cambios en la metodología de cálculo del IPC y del PIB
El dato adelantado es un indicador que proporciona un avance del IPC y que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de un punto y medio en su tasa anual, ya que en el mes de mayo esta variación fue del 8,7%, y se situaría en su nivel más alto desde abril de 1985.
Esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes, mayor este mes que en junio de 2021, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, frente a la estabilidad registrada el año anterior. También influye el incremento de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes, superior al del pasado año. Por su parte, la tasa de variación anual estimada de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta seis décimas, hasta el 5,5%. De confirmarse, sería la más alta desde agosto de 1993.
La inflación inició su escalada en febrero de 2021, un año antes del estallido de la guerra de Ucrania y ha alcanzado niveles máximos en el presente mes. En febrero de 2021 la inflación estaba en 0. En febrero de 2022 (el día 24 se produjo la invasión rusa a Ucrania), un año después, estaba ya en el 7,6%. El 31 de marzo (mes en el que la inflación llegó al 9,8%) el gobierno aprobó lo que denominó “Plan Nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania”. En abril, sin que apenas hubiera dado tiempo a desplegar todo el plan, el indicador cayó al 8,3%. Con las medidas a pleno rendimiento, en mayo la inflación repuntó al 8,7% y en junio llega al 10,2%. Este dato adelantado deberá ser ajustado en los próximos días, por el nuevo equipo que dirigirá el INE.
Y si esa ha sido la evolución general, la inflación estructural, la que mide la evolución de los precios sin tener en cuenta los combustibles y los alimentos frescos no ha dejado de crecer desde abril de 2021, cuando estaba en el 0%. Hoy alcanza el 5,5%. Cerró febrero en el 3% y los efectos de la guerra se dejaron sentir plenamente en el mes de marzo, donde escaló al 3,4%. En abril llegó al 4,4%, en mayo al 4,9% y en junio al 5,5%.
El 29 de marzo de este año, el Ejecutivo adoptó “medidas urgentes para mitigar los efectos de la guerra en Ucrania, apoyar a los colectivos más vulnerables y a los sectores productivos más afectados, garantizar los suministros y bajar los precios de los combustibles y la electricidad”.
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