Si nos atenemos sólo a los ocho primeros meses de este año, las ventas crecieron en valor (+4,9%), hasta los 1.935,5 millones de euros (+90,9 millones) y cayeron en volumen (-10,8%), hasta los 1.384,4 millones de litros (-167 millones). En términos de valor son los vinos a granel (+13% o 41,1 millones de euros más) junto a los vinos espumosos (+30,2 millones) y los vinos tranquilos envasados (+21,8 millones), los que lideran el aumento global. En términos de volumen, fueron los vinos a granel (-13% o 115,6 millones de litros menos), junto a los vinos tranquilos envasados (-58 millones), los que más cayeron. Hay que señalar que Castilla-La Mancha es la primera exportadora española de vinos a granel.
Por países, el principal comprador es Estados Unidos, con 268,3 millones de euros acumulados en los ocho primeros meses del año. le siguen: Alemania (252,5), Francia (202,9) y Reino Unido (195). De estos cuatro destinos principales, sólo el del Reino Unido marca una contracción en la cifra de negocios, con una caída del -10,5%, mientras que Francia se anota una subida del 20,2%, Estados Unidos, del 8,3% y Alemania, del 1,4%. El destino que más aumenta en facturación es México, con unas ventas de 64 millones de euros, un 57% más que un año antes. Un dato curioso, Rusia aumenta sus compras de vino español en un 10,6% y llega a los 17,5 millones de euros, a pesar de que el volumen se reduce en un 6,4% y se sitúa en 16,8 millones de litros.
El país donde la facturación media por litro del vino español es más alta es Suiza (5,16 euros). Estados Unidos (3,69 euros), Noruega y Canadá (ambos con 3,68 euros), México (3,06) e Irlanda (3 euros) superan la media de los 3 euros.
Los 2.970,2 millones de euros de cifra de negocios contabilizados este año es la mayor en una interanual referida a agosto. Hasta ahora el récord se registró en 2018, cuando la facturación interanual llegó a los 2.961,4 millones.