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Malos datos económicos y sociales provocan el silencio del gobierno que se va a la feria de Albacete
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Malos datos económicos y sociales provocan el silencio del gobierno que se va a la feria de Albacete

jueves 14 de septiembre de 2017, 22:55h

Semana horribilis y semana de feria. Las listas de espera sanitarias todavía no han salido de la cocina. El gobierno se retrasa más de la cuenta en hacerlas públicas. Mala semana de datos económicos. En unos casos, el gobierno regional calla y en otros trata de responsabilizar a otros. Se ha cumplido un año desde la dimisión del máximo responsable de medio ambiente del Gobierno con una investigación abierta por el incendio de la planta de tratamientos de residuos de Chiloeches. Se cierra la recogida de avales para las primarias. Ambos bandos anticipan su satisfacción. Los oficialistas de García-Page transmiten mayor convicción cuando lo comunican.

El Partido Popular ha hecho un ofrecimiento al presidente de la Junta: Le aprueban los presupuestos de 2018 con una rebaja de los impuestos a los ciudadanos a cambio de que rompa el gobierno de coalición por el que tiene a un vicepresidente que es partidario del referéndum ilegal de Cataluña. Dicen en el gobierno y en el grupo socialista que es una propuesta trampa. Lo primero -claro- es lo de estar en el gobierno, lo de la unidad de la soberanía nacional, -de la unidad de España, vamos- se queda en declaraciones.

Agosto es un mal mes para eso de las listas de espera. Las vacaciones merman la actividad y las listas suelen aumentar, especialmente la quirúrgica. El año pasado se incrementó en más de 1.000 personas respecto a julio y se quedó al borde de los 35.000. Este año en julio había 2.700 personas en la lista que en julio de 2016. Lo de agosto de este año no pinta bien y hay que darle algo más que vuelta y vuelta en la cocina.

Lo de las listas de espera, las sanitarias, las de la dependencia, se han convertido en la gran coartada de la gestión. En la de dependencia hay 14.100 pacientes que tienen derecho a una prestación de servicio o económica que no la reciben y otros casi 6.000 están a la espera de que decidan si tienen derecho o no. Es más que lo que había cuando se cerró la pasada legislatura.

Se ha perdido la sensibilidad. Priman los resultados globales sobre los sociales. El discípulo haría bien en aplicar aquella frase de su maestro a propósito de los más necesitados: “Para vosotros nunca faltará dinero”.

El gobierno ha aplicado tanto a la sanidad como a la dependencia el criterio economicista, que prima sobre el social y -salvando las urgencias- trabaja sobre los grupos que menos recursos necesitan, marginando a los demás, las personas que necesitan ser operadas (y dentro de ellas lo que la operación es más cara) y a los grandes dependientes y dependientes severos. Todos ellos se han convertido en los colectivos que sufren los recortes sociales bajo el gobierno actual. En algunos casos (las proyecciones los cifran en 1.000 para este año) los beneficiarios habrán fallecido antes de recibir la protección social a la que tienen derecho.

El argumentario, las notas de prensa, la publicidad, trasladar la responsabilidad a otros, buscan evitar el coste político. Se escribe un argumentario y se aplica la teoría de la mentira -repetirla hasta convertirla en verdad- o la teoría de economizar la verdad -decir sólo aquello que haga aparecer el todo como verdad y callar lo negativo-.

En la sanidad, las listas de espera quirúrgica, la que más recursos necesita, está peor que hace un año, con el mismo equipo de gestión, con los mismos responsables políticos. Y peor que hace dos (cuando gobernaba el PP). Los datos son perores en todos los ratios. Se han mejorado las listas de pruebas diagnósticas y de atención especializada, que están mejor que hace un año y mejor que hace dos y que son la que menos dinero necesitan. Los recortes se aplican hoy a los pacientes que necesitan ser operados porque al gobierno le cuesta más caro.

Lo mismo sucede con la dependencia, se actúa sobre los ciudadanos que precisan de menos recursos públicos para reducir las listas de espera, el limbo de la dependencia. Va peor la lista quirúrgica, va peor la atención a los dependientes severos y grandes dependientes, ellos son los que sufren los recortes. La coartada para justificar es que el Ministerio no manda el dinero que tiene que mandar. El partido en el gobierno regional habla de 300 millones y su credibilidad se pierde por la exageración. En los últimos 5 años, entre 2012 y 2016, (y eso afectó también al gobierno regional anterior) el Ministerio ha dejado de enviar a Castilla-la Mancha 137 millones de euros para la dependencia.

Y si malos son los datos sociales, los económicos de esta semana han sumido en el silencio más absoluto a los responsables del área del gobierno regional, tan locuaces cuando pintan oros.

Se ha conocido que las facturas pendientes de pagar a los proveedores aumentan un 50 por ciento en junio y suman 233 millones de euros. El gobierno se queda con un dato parcial, sesgado y de economía de la verdad: que paga en 8,73 días de media. La verdad es que lo hace en 38,73 días. La ley contra la morosidad cifra el plazo legal en menos de 30 días.

Clm21.es ha informado de que la Comunidad Autónoma pierde 258 millones al año con el modelo de financiación propuesto por los expertos. El gobierno ni está ni se le espera.

Se frena el dinamismo empresarial, con un retroceso del 18,57 por ciento en la creación de empresas en lo que llevamos de año.

El déficit de la Junta alcanza el 0,91% del PIB en el primer semestre del año, pulverizando el límite anual del 0,6% y rompiendo las propias previsiones del gobierno que esperaba un mal dato y lo situaba en el 0,7%.

¡Bendita feria de Albacete!

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