Casi la mitad de las mujeres que se divorciaron en nuestra Comunidad el año pasado (1.503 de los 3.603) estaban entre 40 y 49 años. Les siguen en número las de 35 a 39 años, fueron 725. Y en los extremos hubo 2 de menos de 18 años y 27 de más de setenta años. En el caso de los varones, la edad crítica es la misma. Sin embargo, el segundo segmento de edad donde más divorcios se producen es en el comprendido entre los 50 y los 59 años, 852. Los castellano-manchegos de más de 70 años que se divorciaron el año pasado fueron 62.
De los 3.603 casos, en 3.336 el marido era español y en 3.291 lo era la mujer. En el resto la distribución por continentes es de 96 europeos (88 de ellos de la Unión) y 112 europeas (93 de la Unión), 27 africanos y 47 africanas, 93 americanos y 155 americanas y 6 asiáticos y 4 asiáticas.
Sólo en 400 caso procedió el pago de una pensión compensatoria, de ellos en 369 la obligación recayó en el esposo y en 31 en la esposa. En cuanto a la pensión alimenticia esta fue impuesta en 2.401 casos, de los que en 1.813 el deber recayó sobre el padre, en 104 sobre la madre y en 385 sobre ambos.
El ejercicio de la custodia afectó a 2.135 casos. En 1.550 la obtuvo la madre, en 104 el padre, en 457 fue compartida y en 25 casos fue para otras personas.
Además de los divorcios, se produjeron 167 separaciones, 1 de ellas con convivencia de menos de 2 años, 40 de menos de 10 y el resto, 126, con más de ese tiempo compartido. En 134 la separación fue de mutuo acuerdo y en 33 contenciosa.
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