En concreto y pese a este registro récord, la compañía obtuvo un beneficio de 182 millones de euros en España, un 5,6% menos que el pasado año, mientras que en términos relativos la rentabilidad disminuyó un 13% en comparación con 2022 –cuando el beneficio sobre sus ventas netas se situó en un 3,17%–.
Lidl ha explicado que esto se debe por la renuncia de la cadena de supermercados a parte del beneficio para "mantenerse fiel a su compromiso de ofrecer siempre la mejor relación calidad-precio a sus clientes", así como a su estrategia de reinvertir íntegramente su beneficio para seguir creciendo en España, generando riqueza compartida con la apertura de más tiendas y almacenes, la creación de más empleo, y la compra y exportación de más producto nacional.
En este contexto, marcado aún por elevadas tasas de inflación, Lidl apostó por garantizar más salario para sus empleados y más ahorro para sus clientes.
"En 2023, contribuimos una vez más a hacer frente a los efectos de la inflación desde nuestro ámbito de actuación, priorizando a las personas con acciones que blindan el poder adquisitivo de nuestros empleados y favorecen la capacidad de ahorro de nuestros clientes", ha asegurado el director general de Lidl España, Claus Grande.
De esta forma, la enseña siguió creando empleo estable y de calidad en España. Así, sumó más de 150 personas a su plantilla y centró sobre todo esfuerzos en ampliar el número de horas en contratos con jornadas más parciales –los de menos de 25 horas a la semana para dotar a sus trabajadores de tiendas y almacenes de mayor estabilidad.
Además, en el marco de su III Convenio Colectivo en España, firmado en 2022 y que entre otros avances en derechos sociales contempla incrementos salariales de hasta un 19% en el periodo 2022-2025 –incorporando por primera vez una cláusula de revisión salarial de hasta un 4% más en función del IPC al terminar su vigencia–, en 2023 aumentó su masa salarial en unos 22 millones de euros tras subir un 5% la retribución de sus empleados.
Así, la enseña, en un contexto de alza de precios, evitó trasladar íntegramente los efectos de la inflación al precio final de venta de sus artículos para favorecer el ahorro en la cesta de la compra gracias a una política de contención de precios permanente o a la multiplicación de descuentos y promociones adicionales a los que la empresa ya ofrece de manera habitual en sus puntos de venta, entre otras medidas.
Con el objetivo de facilitar el ahorro de los hogares españoles, Lidl anunció una nueva campaña de bajadas de precios permanente que, tras varias ampliaciones, ya engloba más de 800 productos –más de un 25% de su actual surtido–, lo que ha permitido ahorrar a los clientes 176 millones de euros en 2023.
REALIZÓ COMPRAS RÉCORD DE MÁS DE 7.400 MILLONES A PROVEEDORES NACIONALES
Por otro lado, Lidl volvió a apostar por la industria agroalimentaria española durante el pasado ejercicio, ya que realizó compras récord por valor de más de 7.400 millones de euros, lo que supone un 11% más que en 2022, a alrededor de 900 proveedores y exportando más de la mitad de éstas –por un valor también récord de más de 3.900 millones de euros– a una treintena de países.
Desde que desembarcó en España en 1994, la compañía acumula compras de producto nacional por valor de unos 70.000 millones de euros en total, donde destacan especialmente las compras de fruta y verdura de origen nacional, que en 2023 alcanzaron de igual manera cifras inéditas hasta sobrepasar ya los 3.100 millones de euros, un 4% más.
La cadena de supermercados prosiguió con su plan de expansión en España, donde en 2023 abrió una veintena de tiendas, repartidas entre ocho regiones distintas, algunas de ellas en ciudades como Madrid o Barcelona, y proyectos con los que ampliar su red de almacenes, destacando la plataforma logística en Escúzar (Granada) en los próximos años para los que invirtió 260 millones de euros.
INVERTIRÁ 220 MILLONES EN 2024 PARA ABRIR 40 TIENDAS
En 2024, Lidl, que celebra su 30 aniversario en España, prosigue en su objetivo de garantizar el desarrollo de su negocio a largo plazo en el país. Así, prevé invertir alrededor de 220 millones de euros para inaugurar unas 40 tiendas –distribuidas entre 14 regiones diferentes, siendo Andalucía, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana las más recurrentes, y que le permitirán sumar ya 700 puntos de venta en el país– y ampliar de nuevo sus infraestructuras logísticas.
Además, la enseña ha puesto en marcha un almacén en Constantí (Tarragona) y en la actualidad avanza en las obras de construcción de su futura plataforma logística en Martorell (Barcelona), que está llamada a ser su mayor inversión logística desde que llegó a España. Entre los proyectos más relevantes acometidos recientemente también por la empresa destaca la implementación de cartelería 100% digital en todas sus tiendas del país, ya finalizada tras una inversión de más de 50 millones de euros.
Además, seguirá priorizando en sus empleados, ya que incrementará un 3,5% su salario y prevé crear más de 200 nuevos puestos de trabajo y a sus clientes, aplicando todavía más bajadas de precios permanentes para incentivar al máximo el ahorro a la hora de llenar sus despensas.
Lidl continúa fortaleciendo su vínculo con la industria agroalimentaria española a través de más compras y exportaciones de producto nacional, al tiempo que sigue desplegando su plan de expansión sostenible en todo el territorio nacional.