Así, dicho estudio, que ha contado con la opinión de más de 1.000 ciudadanos y cerca de 250 empresarios, refleja que el empresariado es considerado como una pieza "clave" para el desarrollo económico y social de España, siendo un generador de empleo y riqueza y estando mejor valorado que el Ejecutivo y los sindicatos.
Sin embargo, los ciudadanos siguen vinculando este colectivo con algunos de los aspectos negativos que más les preocupan, culpabilizándoles de los bajos salarios o acusándoles de centrarse exclusivamente en sus beneficios.
LOS JÓVENES OTORGAN UN PAPEL MÁS DISCRETO AL EMPRESARIADO
En concreto, según el documento, ocho de cada diez ciudadanos (81%) consideran a los empresarios como una pieza "fundamental" para el progreso económico y social de España, con un rol más relevante que el del Gobierno (75%) o el de los sindicatos (41%).
Por segmento de edad, las personas de entre 50 a 64 años son las que más importancia dan a la influencia del empresariado en la sociedad (87%), mientras que los ciudadanos más jóvenes, situados entre los 18 y los 29 años, les otorgan un papel más discreto (70%).
En cuanto al rol concreto de los directivos durante los últimos 40 años, el 35% de la sociedad los considera como un motor "clave de la economía", debido a su rol como generadores de riqueza y empleo, mientras que el 29% los responsabiliza de muchos de los progresos económicos, sociales y culturales de España.
Por otra parte, en referencia a la concepción de la sociedad sobre el empresariado, cerca de la mitad de los encuestados (45%) tiene una visión "buena" o "muy buena", aunque se aprecia una brecha por edad, ya que mientras que en el caso de las personas mayores de 65 años el nivel de aprobación alcanza el 61%, entre los menores de 29 el porcentaje se sitúa en el 31%.
GENERACIÓN DE EMPLEO, LA MAYOR APORTACIÓN DE LOS DIRECTIVOS
Respecto a los ámbitos en los que los ejecutivos aportan más, el análisis refleja que seis de cada diez ciudadanos (58%) consideran que la generación de empleo es su mayor valor para el conjunto del país, seguida por la creación de riqueza (37%), la innovación tecnológica (22%) y la imagen positiva que generan de España (19%).
Por el contrario, los bajos salarios (60%), centrarse exclusivamente en sus beneficios (52%), la falta de compromiso social y medioambiental (33%) y un hipotético trato de favor por parte de las instituciones (19%) son señalados como los aspectos más negativos. Precisamente, sociedad y empresas coinciden en señalar las subidas salariales como prioridades de cara al futuro.
De este modo, siete de cada diez ciudadanos (71%) indican la mejora de los sueldos como el aspecto que más les gustaría que implementaran las compañías, seguido por un mayor apoyo a la economía local (54%) y el incremento del compromiso social y medioambiental (53%).
Por su parte, cuatro de cada diez empresarios (42%) se marcan como principal reto el incremento de los salarios, por delante de la inversión en formación (32%) y los esfuerzos en sostenibilidad (30%).
LEJANÍA ENTRE SOCIEDAD Y EMPRESARIADO
Por último, el informe destaca que los aspectos negativos, que han lastrado la visión global del empresariado español entre la sociedad, se achacan en gran parte a la lejanía entre sociedad y empresariado y al desconocimiento de su labor, ya que la mayoría de la ciudadanía (90%) no tiene contacto directo con empresarios o directivos.
Por el contrario, entre los grupos sociales que más cercanía tienen con los empresarios el porcentaje crece, como queda reflejado en que más de la mitad de los trabajadores (51%) tienen una imagen positiva de sus empleadores.
Dicha desconexión también afecta a la percepción pública que se asocia frecuentemente a los líderes de compañías, vinculándolos a conceptos como "beneficio" (39%), "lucro" (38%) y "rentabilidad" (31%), mientras que valores como "empatía" (4%), "ética" (3%) o "transparencia" (2%) se encuentran a la cola.