A pesar de esta lectura sobre unos datos coyunturales de un solo mes, la serie de los últimos cuatro años demuestra que 2017 presenta los peores resultados, no sólo en el número de sociedades constituidas en nuestra Comunidad, también en el capital social con el que se crearon (es decir los fondos que inyectaron a la economía).
Los datos revelan que en 2017 se inició un cambio de tendencia y si en los primeros once meses de 2016 se contabilizaron 2.769 nuevas compañías, el año pasado se quedaron en 2.412, cifra por debajo de la de 2015 (2.480) y de 2014 (2.588).
Otro tanto ocurre con el capital social con el que se formalizaron estas nuevas empresas. La cifra más alta fue en 2015, en el que se inscribió un capital de 74,5 millones de euros, medio millón más que un en 2014. En 2016, con la economía bajo las directrices y políticas del nuevo gobierno, y de su consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, el dinero puesto en circulación como capital se redujo a los 69,1 millones, un 7,2%. La reducción se ha acentuado en 2017, donde el capital social escriturado cayó a los 59,7 millones, con una caída adicional de un 13,6% (9,4 millones de euros).
Las empresas creadas en nuestra Comunidad durante 2017 representan tan sólo el 0,05 de las constituidas en todo el territorio nacional y su capital social es el 1,22% de todo el escriturado en España.
Los últimos datos, vienen a poner en cuestión las políticas de estímulos al emprendimiento del gobierno regional y de la consejera de Economía, Empresas y Empleo y la ejecución que se hacen de los fondos con los que se pretende contribuir a la fertilidad empresarial.