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La polémica en torno a las contrataciones de Amazon se cierne sobre la futura planta de Illescas
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La polémica en torno a las contrataciones de Amazon se cierne sobre la futura planta de Illescas

miércoles 07 de febrero de 2018, 11:26h

Es la cara oculta, la letra pequeña del proyecto de llegada de Amazon a Illescas, bendecido por las autoridades regionales. Y esa letra pequeña afecta al sistema de contrataciones laborales de la compañía de distribución, que ha quedado al descubierto por la denuncia de los trabajadores de la última planta logística abierta por el gigante en El Prat de Llobregat (Barcelona): trabajo temporal, precariedad y control.

En julio del año pasado el ejecutivo del presidente Emiliano García-Page celebraba el anuncio de que una gran compañía estadounidense había elegido Castilla-La Mancha para la localización de una de sus plantas. Amazon, el gigante de la logística, distribución y comercio online propiedad de Jeff Bezos, mostraba su intención de ubicar el más grande de sus tres nuevos centros logísticos de España en Illescas (Toledo), en una nave de más de 100.000 metros cuadrados y con la idea inicial de crear 1.100 puestos de trabajo, que después rebajó a 900.

En torno al 65% de la plantilla de Amazon en nuestro país tiene contratos temporales

La promesa de Amazon llevó a la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, a manifestar “la satisfacción del Gobierno de Castilla-La Mancha ante el anuncio de la multinacional Amazon” así como a calificar a la región como “destino ‘prime’ para la implantación empresarial en España”. No obstante y pese a la innegable necesidad de inversión privada de Castilla-La Mancha, hay quien empieza a cuestionar las condiciones de empleabilidad que ofrece Amazon, tras salir a la luz las prácticas de la compañía, dejando al descubierto el trato y control al que se somete a los trabajadores.

El último de los almacenes de Amazon en España en abrir sus puertas,el de El Prat de Llobregat (Barcelona), se ha convertido sin quererlo en altavoz de las condiciones laborales de la multinacional. Tras iniciar su actividad en el mes de octubre en una nave de 7.000 metros cuadrados y completamente robotizada, la compañía ha decidido, poco más de tres meses después, llevar a cabo despidos colectivos dejando sólo el 15% de la plantilla inicial, en su mayor parte con contratos de corta duración. Según denuncian los propios trabajadores, cada semana un grupo de entre 10 y 15 empleados son informados de que su contrato no será renovado.

La mayor parte de los empleados de Amazon en toda España acceden a sus puestos de trabajo a través de empresas de trabajo temporal (ETT), como Adecco o Manpower, quienes fichan a operarios, supervisores, mandos intermedios y jefes.

La multinacional de Bezos se escuda en la incidencia de la campaña de Navidad, que comienza en el mes de noviembre con el Black Friday. Los sindicatos denunciaron ya en el mes de octubre que en torno al 65% de la plantilla de Amazon en nuestro país tiene contratos temporales (los conocidos como “green card”), mientras que sólo el 35% por ciento restante tienen contrato fijo (“blue card”).

Al pertenecer al sector de la Logística, Paquetería y Actividades anexas al Transporte de Mercancías, el convenio colectivo del sector establece que, en empresas de más de 100 empleados, la cantidad de empleados temporales no debe superar el 25%. Pero Amazon cuenta con su propio convenio colectivo, que le permite fijar sus propias condiciones de contratación.

Además, los empleados de almacén de la compañía han denunciado en numerosas ocasiones la precariedad de sus contratos temporales, que si bien reflejan retribuciones generosas (en torno a los 1.700 euros de sueldo), tienen duraciones muy escasas, de semanas o días, que influyen negativamente en el nivel de presión que aguantan los trabajadores. Varios operarios de la planta de San Fernando de Henares (Madrid), la primera de Amazon en España, lamentan la incertidumbre en torno a su continuidad en la empresa, dándose el caso de empleados a los que se les comunica la renovación el día antes o el mismo día de extinción de contrato, e incluso trabajadores a los que se les ha comunicado la decisión de no renovar el mismo día de fin de contrato, cuando ya estaban en su puesto de trabajo.

“Si los trabajadores se relajan, la pulsera lo sabrá”

Control ante todo (The band will know)

Pero si hay algo que caracteriza a Amazon es su obsesión por el control. Esto le ha llevado sin duda a ser el principal comercio online a nivel mundial, devorando competidores a su paso, con una inigualable política volcada en el cliente.

Este control se traslada también a sus empleados, sumidos en porcentajes, tiempos de resolución de incidencias y productividad. Nada nuevo si hablamos de grandes compañías con miles de empleados a su cargo.

Pero Amazon ha decidido ir mucho más allá. La web especializada en tecnología GeekWire daba la alarma esta semana, con el anuncio de que Amazon habría conseguido la autorización de dos patentes con las que quiere desarrollar una pulsera inalámbrica para monitorizar los movimientos de sus trabajadores en los almacenes logísticos de la compañía.

El objetivo para el que está concebido este artilugio es, según la información que recoge el diario The New York Times, facilitar a los empleados la localización de los productos de cada pedido: “Simplificar las tareas que consumen mucho tiempo, como responder a los pedidos y empaquetarlos para una entrega rápida. Con la guía de una pulsera, los trabajadores podrían completar los pedidos más rápido”.

Pero la publicación norteamericana hace una lectura más profunda de las utilidades del nuevo gadget de Amazon. Bajo el titular Si los trabajadores se relajan, la pulsera lo sabrá. (Y Amazon tiene una patente para eso) alertando de que la nueva tecnología de Amazon no sólo está pensada para facilitar las jornadas laborales, sino también para controlar que sus empleados no se retrasen en sus tareas.

Tras conocerse la noticia, los empleados de Amazon en Italia no dudaron en manifestarse contra el nuevo dispositivo. El gobierno italiano también tomó posiciones, afirmando que la nueva pulsera va contra la ley.

Nadie se ha pronunciado sobre las condiciones de contratación mínimas que se le exigirán a Amazon en caso de que esta sea beneficiaria de ayudas públicas en CLM

Se acerca el otoño

Por el momento se prevé que la planta que el gigante online ubicará en Illescas comenzará su actividad en otoño de este año. El último contacto público de la Junta con la multinacional se producía el pasado 29 de septiembre, cuando el presidente Emiliano García-Page, junto a la consejera de Economía, el delegado de la Junta de Comunidades en la provincia de Toledo, Javier Nicolás, y el alcalde de Illescas, José Manuel Tofiño, se reunían con Fred Pattje, Director de Operaciones de Amazon para España e Italia.

Desde entonces se han sucedido las menciones (incluido el debate sobre el estado de la región) al gran logro de albergar uno de los pocos centros logísticos del país de la mayor empresa de comercio online del mundo, que aliviará las cifras de desempleo de la provincia pero, ¿a qué precio?.

Desde el gobierno regional nadie se ha pronunciado en torno a las condiciones de contratación mínimas que se le exigirán a Amazon en caso de que esta sea beneficiaria de ayudas públicas.

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