Y en esa hoja se juntan los 614.000 euros de cooperación al desarrollo, con el millón de euros de ayudas al sector vitivinícola de la región o los 50.000 de la Fundación Dieta Mediterránea, por citar algunas de las 100 olvidadas por el gobierno regional. Pero hay subvenciones que rezuman la insensibilidad de los gestores: los 179.360 euros para ayudas al alquiler que un día se consideraron urgentes e inmediatas dentro de un Plan de Garantías para los más vulnerables, o los 800.000 euros para ayudar a los ayuntamientos a construir viviendas de promoción pública, o los casi 9 millones para el plan de empleo juvenil, los 2,5 para fomento del autoempleo o los 333.000 euros para becas de estudio a los que en su día, cuando eran jóvenes, no tuvieron la oportunidad de recibir una enseñanza… Es un suma y sigue, y detrás de cada sumando hay personas, organizaciones, empresas o municipios a la espera de esa colaboración prometida por su gobierno, por “la Junta”.
Los datos se publicaron a finales de agosto
Los datos llevan fecha del 6 de agosto, con el gobierno de vacaciones, pero tardaron en hacerse públicos. Vieron la luz casi vencido el mes. Y las casi cien ayudas que permanecen a cero, sin gastar y tan siquiera sin llegar a comprometer, están perdidas entre miles de cifras en ese mapa de 284 folios que es la ejecución presupuestaria, un papel árido de números que dicen más que las palabras. De cómo el gobierno de una coalición de izquierdas todavía no ha gestionado los 200.000 euros de ayudas al Ayuntamiento de Guadalajara (gobernado por el Partido Popular) para el proyecto “Ciudad Europea del Deporte”. Siempre cabrá la justificación de la letra grande o pequeña de un convenio.
O de cómo esos 75.000 euros en ayudas para los emigrantes castellano-manchegos permanecen con las casillas vacías. Son las casillas que trazan el recorrido que siguen los expedientes de gasto en la administración y sus diferentes estados. Esos blancos hace más fácil localizar las partidas olvidadas en ese maremágnum de números. Y saltan a la vista la soledad en la que están los 450.000 euros para dos líneas de ayuda a las agrupaciones de voluntarios de protección civil, los 2,5 millones del programa de telecomunicaciones destinados a estimular la inversión empresarial.
Los 500.000 euros para libros de las bibliotecas municipales
No hay organismo que se libre de las partidas en el olvido, esas que para el gobierno no son urgentes o ni tan siquiera llegarán a ser, más allá del enunciado. Y en Educación, permanecen a cero, sin gastar ni tan siquiera plantear el compromiso del gasto, los 165.000 euros que se anunciaron para ayudas a la formación del profesorado o los 225.000 para las escuelas infantiles, o los más de 225.000 para programas educativos algunos de ellos en colaboración con las empresas, los 500.000 euros para comprar libros para las bibliotecas públicas municipales con cargo al 1% cultural. Un porcentaje que obliga por ley al gobierno a gastarse parte de sus fondos propios en cultura. Crían telarañas los 2.246.000 euros previstos para campus universitario de Guadalajara de la Universidad de Alcalá.
Muchas de las líneas en el olvido son para los jóvenes, no sólo son las destinadas a los programas específicos de empleo ya citadas, también las destinadas a “potenciación del asociacionismo”, 300.000 euros que siguen en blanco lo mismo que los 250.000 para “grandes eventos deportivos”. En materia de empleo, además del programa destinado a los jóvenes, el gobierno del presidente García-Page mantiene sin empezar a gestionar algunas de las ayudas salariales para los contratos en formación.
La eficiencia energética, a cero
Y el gobierno que dice andar preocupado por de las energías renovables y la eficiencia energética, tiene en gestión cero la partida de ayudas a las corporaciones locales para las renovables y los 800.000 euros para ayudar a las empresas de la región a invertir en eficiencia energética.
El departamento de Patricia Franco, responsable de las competencias energéticas lo es también en materia de seguridad laboral. Y esta región que figura a la cabeza en siniestralidad, tiene más de 800.000 euros en diferentes líneas para formar, fomentar e incentivar a las empresas en materia de seguridad y salud laboral. Y ese dinero no se ha empezado a gastar.
Casi igual cuantía, 825.000 euros del programa de relaciones laborales permanecen en gestión cero. La mayoría del programa de ayudas a los comerciantes también sufre la gestión cero.
Y en el repaso a esos 284 folios que recogen los últimos datos de la ejecución presupuestaria del gobierno de coalición, en el departamento de agricultura destacan esos 12,5 millones que el gobierno presupuestó para ayudas del programa de regadíos y explotaciones agrarias. Le debió parecer poco y a lo largo del año incrementó los fondos hasta llegar a 19,6 millones. Y ahí están, sin tan siquiera comprometer su gasto, junto a los 4.625.000 euros para ayudar a los municipios en promoción y desarrollo rural o más de 2 millones del programa de industrias y calidad alimentarias. En la lista de ayudas sin tramitar, también hay líneas del programa de gestión y protección de espacios naturales, de calidad ambiental o de educación y evaluación ambiental.
En Sanidad, el gobierno mantiene sin ejecutar el presupuesto de transferencias corrientes a los ayuntamientos para los consultorios locales o el dinero para el plan sociosanitario. Y en la acción social, la Consejería de Bienestar mantiene en ejecución cero las ayudas al transporte social y el dinero para cooperación al desarrollo.
Y ni los organismos autónomos ni los entes instrumentales de la Junta incluidos en el presupuesto anual se libran de esa falta de gestión en las líneas de ayuda. Y en la lista están las partidas para la Confederación de Empresarios y para UCAMAN del Instituto de Promoción Exterior. También las ayudas del SESCAM al transporte de enfermos o dos líneas de ayudas a la igualdad de género del Instituto de la Mujer.