Claves, Economía | Los programas de agricultura, industria, comercio, servicios sociales y empleo, los más afectados
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Reunión del Consejo de Gobierno. (Foto: JCCM) |
Al gobierno le cuesta gestionar el dinero para los sectores sociales y los productivos
miércoles 08 de agosto de 2018, 19:57h
El gobierno se gasta a buen ritmo el dinero que está destinado a los programas de producción de bienes públicos de carácter social. En esta categoría el mayor peso lo tienen Educación y Sanidad, que incluyen el pago de la gran nómina de profesores, maestros y personal sanitario. Sin embargo, al gobierno le cuesta más gestionar el dinero que va destinado a los sectores productivos y a los sectores sociales más desfavorecidos, así como al empleo.
Eso es lo que dicen los números del propio gobierno sobre la ejecución económica de los principales grupos en los que se divide la acción del Ejecutivo regional y eso es lo que dicen los números de los distintos departamentos donde Agricultura, Economía y Bienestar Social presentan los registros más bajos de gestión.
El mayor gasto de la región se concentra bajo la denominación de producción de bienes públicos de carácter social, que engloba la sanidad, la educación, la ordenación del territorio, el urbanismo y la vivienda, el medio ambiente y el bienestar comunitario, la cultura y los deportes. Es la función en la que se concentra la mayor parte del personal al servicio de la administración autonómica y, por tanto, los mayores gastos de personal.
El gobierno tiene previsto gastarse durante este año 4.628 millones de euros de los 7.468 destinados al total de gastos no financieros, es decir el 62%. La mayor parte de ese dinero, 2.700 millones se destina a nóminas, que se pagan mes a mes. De esos 4.628 millones ha gestionado 2.360 en el primer semestre, ligeramente por encima del 50%.
El segundo gran bloque de actuación es el denominado “regulación económica de sectores productivos”. Bajo esta rúbrica se aglutinan los programas de agricultura, ganadería y pesca, los del sector industrial y energético y los del turismo y comercio.
El gobierno había previsto 1.251 millones este año, pero los ha recortado en 30 millones. La cuestión es que a pesar de los múltiples anuncios que se hacen desde los distintos departamentos día tras días sobre las ayudas a estos sectores, al final del primer semestre el gobierno sólo se había gastado 211 millones de euros, poco más del 17%.
Algo parecido sucede con las actuaciones en seguridad, protección y promoción social. Con un presupuesto definitivo de 1.065 millones, a finales de junio el gobierno sólo se había gastado 361, es decir poco más de la tercera parte. En esta línea de actuación están las pensiones y prestaciones asistenciales, los programas sociales en sus diferentes modalidades (básicos, mayores, familias, discapacidad, menores, atención a la dependencia…) y los diferentes programas de empleo.
Las cifras de lo que se hace reflejan que al gobierno, desde un punto de vista meramente presupuestario, le cuesta bastante llevar a cabo las actuaciones en los sectores económicos para generar riqueza y empleo. Le cuesta menos, aunque tiene dificultades para gestionar los programas sociales y gestiona a buen ritmo los gastos en educación y sanidad, aunque en algún caso habría que puntualizar que el gasto se le escapa al control.
Y como se ha señalado no es lo mismo pagar la nómina que hacer inversiones o diseñar y gestionar los expedientes de ayudas y subvenciones. Si en la nómina a finales de junio llevaba pagado el 49,05%, de las obras públicas sólo había reconocido obligaciones por el 16,87% y las ayudas a los proyectos de inversión sólo se habían gestionado en un 22,36%.
Reseñar, por último que, según los datos oficiales, los fondos destinados a mantener los servicios de carácter general de la Autonomía son 106 millones de euros y a finales del primer semestre se habían gastado justo la mitad.