Bimba y Lola busca una inyección de fondos tras el fracaso de su venta

La primera opción para cumplir con la hoja de ruta expansiva de la compañía fue la venta del 70% de las acciones de la firma, lo que le permitiría una ampliación de capital y, por tanto, una nueva inyección para asumir el coste de la implantación de la marca fuera de España.

No obstante, fuentes cercanas a la compañía indicaron que la poca predisposición de las dueñas de Bimba y Lola a ceder el control de la compañía al nuevo accionista (que sería mayoritario) y el elevado precio de la operación (unos 450 millones de euros) terminaron por vencer la balanza en su contra.

Todo ello a pesar de que, en un principio, numerosos fondos de inversión pretendían la compañía. En la puja se mantuvieron KKR, Bain Capital, Carlyle y Permira, siendo estos dos últimos los principales interesados.

Tras el fracaso de las negociaciones de venta la compañía se dió un plazo mínimo de tres años para volver a salir al mercado y optó por abordar la expansión internacional de la firma en solitario, para lo cual fichó como consejero delegado a José Manuel Martínez, quien ya había pasado por cargos de relevancia en Esprit e Inditex.

El nuevo plan estratégico de Bimba y Lola pretende reforzar la presencia en Europa, Latinoamérica y Asia, especialmente en Italia, Francia o México, especialmente en países con gran potencial como Italia, Francia o México, y prevé además la entrada en algunos de los mercados más grandes y atractivos del mundo. Para ello planea la apertura de un total de 49 nuevos puntos de venta.

En Castilla-La Mancha es una marca de gran éxito comercial. Cuenta con dos puntos de venta, una tienda a pie de calle en Albacete y un local en el centro comercial Luz del Tajo en Toledo.