Primarias en Podemos: La izquierda de la calle contra la de los despachos

A un lado del cuadrilátero José García Molina, actual secretario general de la formación en Castilla-La Mancha, con el aparato del partido de su parte y proveniente de la rama más oficialista de Podemos, cercano al mismo Pablo Iglesias.

García Molina se presenta a “liderar la candidatura de la formación para ganar la presidencia autonómica en las próximas elecciones de 2019” con una lista formada por treinta y tres nombres, encabezados por cuatro mujeres en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Cuenca.

Destaca María Díaz, mano derecha del secretario general, secretaria de organización de Podemos-CLM y vicepresidenta de las Cortes de Castilla-La Mancha, cargo en el que sustituyó a García Molina tras su fulgurante ascenso al Palacio de Fuensalida.

También destaca Inmaculada Herranz, consejera responsable del Plan de Garantías y otra de las caras más visibles del partido en la región al acceder al gobierno regional tras el pacto de la formación morada con el actual Ejecutivo socialista de Emiliano García-Page.

En la cara opuesta del ring, David Llorente, auspiciado por la rama anticapitalista del partido y que se presenta a las primarias con la intención de “construir una alternativa unitaria de gobierno frente al viejo PSOE de García-Page que no pase por las derechas del PP y de Ciudadanos; una alternativa basada en la confluencia con las demás fuerzas políticas y sociales que trabajan también por el cambio; una alternativa para transformar Castilla-La Mancha en una región con futuro donde podamos vivir con dignidad”.

En los últimos tiempos han sido constantes sus desavenencias con el secretario general de la formación y la rama oficialista. Se opuso a la entrada de Podemos en el gobierno regional y ha sido uno de los mayores críticos de la acción o falta de ella de los representantes de Podemos en el Ejecutivo.

Muy vinculado a la acción social generada por sindicatos y plataformas ciudadanas, se ha opuesto en el Parlamento a los proyectos de fracking y de minería de tierras raras en Castilla-La Mancha. También es destacable su postura combativa frente al gobierno y en apoyo de las plataformas vecinales en el Caso Incarlopsa, diametralmente opuesta a la corriente generalizada del partido, que prefirió guardar silencio al respecto, y logró paralizar la Ley de Mecenazgo impulsada por el gobierno y estrechamente relacionada con el escándalo de Incarlopsa y las macrogranjas.