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Periodistas aguardan en los pasillos de las Cortes de Castilla-La Mancha.
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Periodistas aguardan en los pasillos de las Cortes de Castilla-La Mancha. (Foto: Cortes CLM)

Se inicia el cuerpo a cuerpo en la carrera electoral

viernes 25 de enero de 2019, 10:43h
En la política regional los tiempos ya se miden por lo que resta. Y, puestos a contar, queda poco: 65 días. Después llegará la convocatoria formal de las elecciones. Apenas sí hay para siete regates cortos y tres tiros a puerta. Algunos guardan la filigrana para última hora, pensando en el factor sorpresa. En las Cortes de Castilla-La Mancha se apuran los últimos suspiros y en el calendario se han reservado todos los jueves, excepto uno -el del 28 de febrero- para debates parlamentarios. Las previsiones convierten a la actual legislatura en la de mayor actividad plenaria.
Ese apurar hace que durante los plenos los despachos bullan con los comités de campaña de los dos grandes partidos, mientras en el salón de sesiones se confronta sobre las zonas de salud, el turismo, las ayudas al sector agroalimentario, la educación, la violencia de género y ante la presencia de los diputados de guardia. Es como si el tiempo hubiese cogido a todos por sorpresas o como si fueran necesarios tres meses más de agendas electorales. Se quiere marcar y remarcar los aciertos propios y los errores ajenos.

Esta semana se ha visto que ya se está entrando en el tiempo de la aceleración en la confrontación, en el cuerpo a cuerpo. Ha sido con lo del viaje a Chicago hace un año de una delegación del gobierno a una feria de tecnología sanitaria. Es el comienzo, la cosa va a ir a más. Es ley de campaña. La información que empieza a circular aumenta de calibre y lo irá haciendo más hasta llegar al calibre grueso en la recta final. Se busca la solución final. Se busca el dato, la noticia, el hecho que sirva para el puñetazo del K.O.

La información, que en política como en los negocios siempre es importante, ahora se convierte en vital y decisiva. Y hay quien busca la mejor información… Y hay quien la tiene.

¿Y qué hacen esos comités de campaña que tanto se afanan? Miden los tiempos, los mensajes y las zonas geográficas, segmentan y distinguen entre amigos y enemigos, se hacen clasificaciones de lo que suma y de lo que resta. Los partidos miden el no cometer errores, en neutralizar los entornos adversos, esos que se han descuidado o que incluso se han vapuleado. En el tablero, todos juegan. Sobre todo los que saben de qué va este juego. La situación está muy volátil, muy cambiante, con un voto inestable y cualquier error, cualquier información comprometida, a día de hoy cuesta el gobierno.

Y mientras los comités bullen, ya se ven caras con la mirada del adiós. Son de los actores que saben que su tiempo ya pasó, al menos en esas compañías. Algunas formaciones evitan la fiesta de bienvenida de los que llegan para no herir a los que se van. Esas heridas pueden dar sorpresas y en el actual escenario, tampoco nadie quiere que los descartes por conveniencia terminen convirtiéndose en la conveniencia de los rivales. Hay quien deshoja la margarita.

Es, en definitiva, el tiempo de controlar el no meter la pata, el de hacer balance de afectos y desafectos y cómo pueden perturbar, y el de gestionar las crisis que se produzcan en el futuro inmediato y los daños causados en el tiempo pasado. Está por ver hasta dónde llega la capacidad en unos y otros para medir y evitar errores. Y su capacidad de medir. Si se equivocan, ¡hasta luego Mari Carmen!
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