Claves, Política | Crónica política: De los despidos, el exceso de déficit y la necesidad de 400 millones en créditos
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Emiliano García-Page en el Instituto de Diseño e Investigación del Suroeste de China. (Foto: Miguel Ángel Moreno /JCCM) |
La semana del viaje a China y de la morosidad en el pago a los proveedores
jueves 05 de julio de 2018, 21:36h
Recién llegado de Austria, el presidente de Castilla-La Mancha se ha ido a China, a 9.200 kilómetros de distancia, a firmar un protocolo de amistad con el gobernador de Sichuan, una de las regiones del país asiático. Sin duda la tarea debe ser muy importante para desplazarse tan lejos y dedicar una semana a tan exótico viaje, máxime cuando ahora -en la era de la tecnología- las solicitudes de amistad, aunque sean de un tal Yin Li, se tramitan a través de Facebook y otras redes sociales. La Junta ya tiene organizado otro desplazamiento a Kenia y Tanzania para mediados de mes.
Sin duda que esos desplazamientos harán crecer nuestra economía -al menos eso dicen o dirán-. Al igual que el hecho de que el presidente se desplace a Washington -como hizo hace pocos meses- a ver unos aparatos de tecnología médica contribuirán a mejorar el servicio sanitario que recibimos los castellano-manchegos.
Y mientras el presidente anda de gira en defensa del interés general y padeciendo el cargo, aquí se ha sabido que la Junta y el gobierno que él preside paga tarde a sus proveedores. Que en abril el periodo medio superó los 50 días y en mayo los 30. Y mira que la ley establece que debe pagar antes de 30 días.
Dicen que es porque ha cambiado la metodología para calcular ese periodo medio de pago. Y callan que, en este país de lazarillos, los primeros en hacer la trampa son los que nos administran, que han cambiado el método porque el establecido empezaba a contar los plazos 30 días después de presentadas las facturas. Ahora con la normativa homogeneizada a la fuerza y tras varias advertencias de Europa, ese plazo particular de gracia ha desaparecido. Ese plazo permitía al gobierno regional decir que pagaba a 25 días, cuando en realidad lo hacía a 55.
Tal era la trampa y afectaba a tantos que la nueva ministra de Hacienda ha ocultado el resultado del Periodo Medio de Pagos de abril, primer mes en el que se aplicó el sistema y en el que ella ejercía como consejera de Hacienda de Andalucía. Todo apunta a que los datos no están en el portal de transparencia porque las administraciones, con independencia del color político, incumplen la ley de morosidad con la que se trató de poner orden en las finanzas públicas y dar garantías a las empresas y sectores económicos sobre las deudas no financieras, especialmente la comercial. La normativa se produjo tras el abuso de muchas administraciones de pagar tarde, mal y nunca -que de todo hay- a sus proveedores, lo que provocó un efecto dominó con cierre de empresas, despidos de trabajadores y pérdidas económicas.
Una situación que derivó pasados los meses en créditos millonarios de las administraciones para poder pagar las facturas y restablecer cierto orden en la economía, recorte de gastos en servicios públicos y en unas exigencias de estabilidad para garantizar que los proyectos que se acometan sean sostenibles y puedan pagarse. Parte de esa factura la sigue pagando la población española y castellano-manchega. Tal fue el desajuste que muchas de las administraciones carecían y carecen de solvencia para pedir créditos y hubo que establecer un sistema en la que el gobierno central era el que pedía el dinero y luego se lo transfería a las administraciones regionales.
Esta semana se ha sabido que la Junta va a necesitar créditos por valor de 400 millones en este trimestre con cargo a ese sistema para poder atender sus pagos. También que las finanzas del gobierno regional se han deteriorado en un año un 18,6%, mientras que las del conjunto de Comunidades ha mejorado un 33% (datos del primer cuatrimestre).
Y claro cuando no hay dinero, se prioriza el que se tiene. Esta semana Comisiones Obreras ha denunciado que el gobierno regional ha despedido sin previo aviso a cientos de interinos de Educación. Y es más importante y reporta más a la Región la firma de protocolos de amistad con una región China que mantener a los interinos en Educación. Al menos es lo que debe entender el presidente García-Page. En un criterio. Porque no hay dinero para todo, tampoco para acabar con las dos listas de espera de la dependencia, cuyos datos oficiales se han dado a conocer esta semana: la de solicitantes sin evaluar por la Consejería y las de los que tienen reconocido un derecho pero la Junta no se lo presta porque no dispone de los recursos. En total son más de 15.000 ciudadanos.
Los mercados financieros empiezan a moverse y a tomar posiciones de cara a una posible vuelta de las Comunidades Autónomas para captar dinero a crédito abandonando el paraguas del Estado. Société Générale ha apostado esta semana porque Andalucía será la primera. Los analistas de esta entidad consideran que detrás vendrán el resto de regiones que tengan estabilidad financiera, “mientras que las más débiles deberán seguir confiando en la liquidez que les aporte el Estado”. Vamos que Castilla-La Mancha con el segundo mayor volumen de deuda en relación al PIB (35,7%) y con las finanzas en deterioro deberá mantenerse bajo el paraguas del gobierno central y rezar para que no se cierre.
Siempre queda la esperanza de que lo que no se pueda arreglar en Toledo se arregle en China. Y el presidente trabaja para ello y ha firmado un acuerdo de amistad y relaciones bilaterales con el gobernador de Sichuan, Yin Li, que, según el comunicado oficial “tiene como objetivo principal estrechar relaciones en torno a futuras colaboraciones entre Castilla-La Mancha y la provincia china en ámbitos como la agricultura, la industria, la educación o el turismo, entre otros”. Pues vale. Los ecoagricultores y los interinos de educación pueden estar más tranquilos.