- La reforma del Estatuto, de la ley electoral y un avance en la cooperación y coordinación de la acción con las Diputaciones, en el horizonte para los próximos cuatro años
- El nuevo modelo de financiación y el blindaje de los derechos ciudadanos y de los servicios públicos, otros de los ejes de la acción política
01/07/2019@10:30:32
Todo está preparado en las Cortes Regionales para las sesiones del martes y el miércoles. El candidato socialista a la Presidencia de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, afronta su segunda investidura sin necesidad de buscar más votos más allá de sus propias filas. Cuenta con 19 diputados de los 33 que compone la Cámara, lo que le asegura no sólo la reelección, sino lo que a efectos políticos tiene mayor trascendencia la estabilidad de su gobierno y la libertad para desarrollar su programa en su segundo mandato, que él pidió, “para completar la tarea iniciada en 2015 de recuperar los servicios públicos”. La holgada mayoría absoluta con la que cuenta le permite acometer una gran transformación en la organización administrativa y política de Castilla-La Mancha e iniciar una nueva etapa de la Comunidad Autónoma que quedaría lista para cuando se cumplan las cuatro décadas de autogobierno. Una reforma en la que abordar el nuevo modelo de financiación de las competencias que gestiona Castilla-La Mancha y tratar incluso de articular una coordinación de acción con las Diputaciones provinciales por la vía de hecho, es decir, por la cooperaciónespecialmente en temas de interés regional y de entre ellos, el empleo. La de derecho necesitaría de esa amplia mayoría absoluta y al menos un voto más. Y esta necesidades algo que va a marcar toda la legislatura en las relaciones con Ciudadanos y con cada uno de los diputados de la formación naranja.