De hecho, el informe considera que “la última información disponible apunta a que la actividad económica evoluciona a un ritmo algo inferior” a la del año pasado. “Como consecuencia, se prevé que el PIB regional aumente en un 2,3% en 2019 y en un 2,1% en 2020. Entre 2019 y 2020 se espera que se puedan crear unos 44.000 puestos de trabajo, y reducir la tasa de paro 3,4 puntos hasta quedar en el 12,7% al final de 2020, aunque todavía el empleo se situará un punto porcentual por debajo del nivel pre-crisis”.
Indicadores de coyuntura
Para establecer estas previsiones, el servicio de estudios se basa en la evolución registrada hasta el momento y tiene en cuenta los indicadores de coyuntura. Apunta a un descenso generalizado de los componentes del PIB en relación al año pasado. Así estima que tanto el consumo privado como el público pasarán a crecer un 1,8% (cinco y siete décimas respectivamente menos que el año pasado). La Formación bruta de capital (inversión en bienes duraderos que aumentan el activo y que se emplean en los procesos de producción) crecerán el 3,1% frente al 5,3% de 2018. El sector de la construcción crecerá el 3,1%, la mitad justo que el año pasado y la vivienda evolucionará al 3,9% frente al 6,9% de 2018.
Las exportaciones también moderan su crecimiento. Tras el cierre del primer semestre con una contracción del 0,1%, ya superada en julio, el BBVA considera que a final de año estará en 1,7%, por debajo del 2,3% del año pasado y del 5,2% en el que crecieron tanto en 2016 como en 2017.
La demanda interna contribuirá al crecimiento en un 2%, mientras que la externa lo hará en el 0,3%.
Para 2020, el BBVA prevé un incremento del ritmo de las exportaciones, que crecerán al 3,5%, de la construcción, que lo hará al 3,5% cuatro décimas por encima de 2019 y la inversión que crecerá tres décimas respecto a 2019 a un ritmo del 3,4%.
Consumo privado y público
En cuanto al consumo privado, el BBVA prevé que seguirá en la senda de la desaceleración iniciada el año pasado y continuada en el primer semestre de este año, aunque prevé que este tercer trimestre que se cierra hará un rebote al alza.
En cuanto al gasto público el informe señala que “los datos del primer semestre del año apuntan a que Castilla-La Mancha estaría dando un nuevo impulso tanto al gasto en consumo final nominal como a la inversión pública”.
Efectivamente los datos de ejecución presupuestaria así lo apuntan, como ya ha informado clm21.es, con crecimiento del gasto no financiero por encima del 8%. Si bien ese aumento, con las retenciones de la subida de los ingresos a cuenta y de otras medidas que reducen los ingresos amenazan con provocar que la región no cumpla con el objetivo del déficit fijado en el 0,1% a final de año, algo que ya ha apuntado también la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. El último dato de julio fija el déficit regional en el 1,12%. Sin embargo el BBVA es más optimista y cree que el gobierno podría para cerrar 2019 “con un déficit algo por encima del objetivo de estabilidad (-0,1%). En todo caso, con el escenario previsto de ingresos, la consecución de dicho objetivo requerirá intensificar el control sobre el gasto autonómico durante la segunda mitad del año”.
La Emcuesta de Actividad
El estudio está basado en los datos de coyuntura acompaña también la Encuesta BBVA de Actividad Económica en Castilla-La Mancha del segundo trimestre y los resultados de la encuesta “son –dice el informe- consistentes con que la economía de Castilla-La Mancha, en un contexto de alta incertidumbre, desacelera su crecimiento respecto al del año pasado. En general, los resultados mejoran respecto al trimestre anterior, pero son más negativos que los de hace un año en todos los indicadores excepto en el empleo en servicios y turismo, únicos cuyo saldo neto de respuestas mejora”
La encuesta concluye que “entre los indicadores sectoriales, los relativos a servicios y construcción muestran resultados favorables, con saldos netos positivos en su mayoría. En general, muestran una mejor respecto al primer trimestre de 2019 aunque son menores que los de hace un año. Por el contrario, los indicadores más ligados al sector secundario son menos favorables. En particular, el de producción y el de empleo industriales muestran saldos de respuesta negativos”. También el turismo (30%) y las exportaciones (10%) muestran resultados positivos en la encuesta.