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Los brotes verdes de la economía regional… y la crisis de Cataluña
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Los brotes verdes de la economía regional… y la crisis de Cataluña

jueves 17 de octubre de 2019, 21:01h
En medio de noticias sobre la desaceleración, en la economía regional hay brotes verdes. Es cierto que el pesimismo crece en el sector empresarial de la región. Y no hace falta darle vueltas al dato para llevarlo al terreno dulce, como pretenden algunos. Pero ese pesimismo no es global, lo mismo que en medio de la desaceleración hay brotes verdes.
Vayamos por partes. En Castilla-La Mancha el índice armonizado de confianza, que se calcula trimestralmente, cae un 3,1% y se sitúa en sus niveles más bajos desde el primer trimestre de 2017. Los datos provienen de la encuesta que elabora el Instituto Nacional de Estadística. El dato es del viernes. Pero mira por donde, unos días después, se publica la encuesta de confianza del sector turístico y dice que los empresarios del ramo están satisfechos con la campaña de verano y mantienen su confianza para el final del trimestre. Es decir, que dentro del conjunto, los hay quienes se mueven más en el optimismo que en el pesimismo. En este caso no es para menos, porque el sector, que todavía necesita un ajuste en cuanto a su estructura ha ido actualizando sus líneas de negocio, lo que le ha permitido mejorar la rentabilidad.

Es cierto que existen amenazas, que el Brexit ha impactado en sus cuentas con una repercusión del 3% en las pernoctaciones en nuestra tierra de los turistas ingleses. Es cierto que, a nivel general, se está produciendo un descenso del turismo alemán y nórdico a nuestro país, a cuenta del menor dinamismo de la economía europea y de la recuperación de otros destinos turísticos que compiten por precio con España. Pero en esas certezas que generan incertidumbres, el sector turístico regional todavía está sabiendo navegar. Ni que decir tiene que la cercanía de Madrid, también ayuda. Y Madrid es el destino que más ha mejorado.

Otro de los brotes verdes es el de la producción industrial regional, que crece a buen ritmo. La incertidumbre sectorial la aporta la agricultura. Las estimaciones realizadas sobre la cosecha de cereal de este año rebajan en un 30% los resultados del año pasado. La cebolla, cultivo en el que somos referentes junto a Valencia, dejó en la variedad temprana unos buenos precios y una excelente acogida en los mercados exteriores. La cosecha de uva ha sido la más corta de los últimos cinco años, pero de una calidad excelente… La inversión en maquinaria agrícola de los productores castellano-manchegos se ha disparado en lo que llevamos de año… Son algunos de los indicadores del sector primario, que ahora ve en la epidemia de peste porcina africana que padece China el primer productor mundial de carne de cerdo una oportunidad para el incremento de las ventas…

En esto de la mejora de la economía, el mayor problema es que en buena parte el crecimiento se ha venido sustentando en la aceleración de la demanda interna y en las exportaciones. Y el consumo de puertas adentro se enfría. Lo mismo está pasando con las exportaciones, por el menor crecimiento de nuestros clientes.

Y en esta situación, arde Cataluña. Un incendio visto por “Nerón” Torra desde su despacho tocando la lira. Y el incendio ya se deja sentir en la economía de Cataluña, la locomotora de España, algo que afectará también al mercado intrarregional, en el que muchos habían puesto sus expectativas como compensatorio de las caídas de ventas en el mercado internacional.

En Cataluña alguien ha echado la moneda al aire: Cara, independencia. Cruz, ruina económica regional. Y, de momento, algunos soplan para que la moneda no termine de caer al suelo y que, si finalmente llega a él, quede de canto. Lo de la cara es -dice la sentencia- una quimera.
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