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El gasto de la Junta en 2020 aportará el 20% del PIB regional
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(Foto: José Ramón Márquez // JCCM)

El gasto de la Junta en 2020 aportará el 20% del PIB regional

jueves 19 de diciembre de 2019, 21:20h
Los presupuestos de Castilla-La Mancha 2020 (10.505 millones de euros) han salido adelante. Son unos presupuestos para un año que se presenta complicado. Ya no será posible incurrir en déficit. Es decir, el gobierno no podrá gastar por encima de lo que ingrese y además deberá recortar la deuda en relación al PIB, en un escenario en el que el PIB tiende a crecer más lentamente. Las claves de las cuentas están precisamente en la elevada cuantía que se comerá la deuda pública: 2.605 millones de euros, entre amortizaciones (2.394 millones) e intereses (211 millones). Otra de las claves es que el gobierno sigue inyectando dinero a la sanidad pública, aunque los resultados no terminan de acompañar al esfuerzo presupuestario. Sanidad gastará, más de 3.000 millones, de los que 2.935 millones los gestionará el SESCAM. Otros 1.800 millones se los lleva Educación, Cultura y Deportes, que deberá hacer frente a las exigencias de reducir las ratios de alumnos por aula y cubrir rápidamente las sustituciones temporales de profesores. Bienestar Social gastará otros 757 millones. Dicho de otro modo, 5.600 millones de euros se destinarán a los servicios públicos esenciales, en el que juegan un papel fundamental las políticas de personal, a las que el gobierno también ha venido inyectando dinero en los últimos ejercicios, dando satisfacción a las demandas sindicales.
Pero han sido los sindicatos y la oposición, en particular el PP y su portavoz, Lola Merino, los que han centrado el debate presupuestario 2020. El detonante de la polémica ha sido el de la consolidación de nivel a los altos cargos que provienen de la función pública y hacerlo desde 2007. Es algo que ya se hizo antes de la crisis y que ahora se recuperaba a partir de una enmienda del Grupo Socialista. La cuantía no es elevada dentro del presupuesto, pero ha provocado la crítica desde los sindicatos y desde la oposición. La portavoz del PP, Lola Merino, lo ha definido como “la recuperación de privilegios económicos vitalicios”.

La medida ha abierto la espita y todas aquellas medidas vinculadas al gasto en personal eventual o de altos cargos han servido para el pim-pam-pum político y sindical y han sido el foco de las cuentas públicas. La cuestión ha sido la estrella, por delante de los debates que abrían los varios centenares de enmiendas que la oposición presentaba a los presupuestos.

Y todo ello en un escenario en el que las cuentas públicas son esenciales en el escenario económico, marcado por la desaceleración y la ralentización en la creación de empleo, que es algo que afecta al común de los ciudadanos. Las políticas de impulso económico a través de generación y mantenimiento de las infraestructuras (a las que se dedican 413 millones) y al apoyo a los sectores productivos (en el que se van a gastar 1.258 millones) son claves. Del acierto en la gestión de estos fondos, en la definición de los objetivos, las actividades y los programas de actuación serán determinantes. A fin y al cabo, la Junta es la primera empresa de la Comunidad. No en vano, el gasto público en Castilla-La Mancha representa el 20% del PIB. Y la mayor parte de ese gasto público se concentra en la Junta.

En esa línea, el presidente del Grupo Socialista, Fernando Mora, ha destacado que “estas cuentas públicas generan riqueza y distribuyen esa riqueza”. El parlamentario socialista ha tratado de poner el acento en que “en la región “estamos progresando adecuadamente” y que “seguimos en la senda de la recuperación y el buen camino”, insistiendo en que estos presupuestos “tienen un alto y un claro compromiso social”.

Más allá de la discrepancia hay algo en lo que todos los grupos están de acuerdo y es que el modelo de financiación está agotado. Es decir discrepan en las políticas de gasto y están de acuerdo en que hay que mejorar la principal fuente de ingresos. Es necesario un nuevo sistema que permita corregir el déficit estructural con el que cuenta nuestra región. Y eso es algo en lo que todos deberían acercar posturas de cara a una posible formación de gobierno nacional con el que se debería abordar el sistema de financiación territorial. Es cierto que hay discrepancia en otros ingresos, los propios. Y ahí el debate está entre si hay o no capacidad para bajar los impuestos sobre los que tiene capacidad de decisión la Comunidad Autónoma.
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