Los datos medios de ocupación en 2019 reflejan que de los 825.100 ocupados, 484.100 (58.7%) eran hombres y 340.000 (41,3%) mujeres. La brecha de género en la ocupación es de 17,4 puntos y esa brecha crece en los puestos de mayor nivel y llega a ser de 42,4 puntos. Porque, si bien es cierto que entre los 288.800 trabajadores con educación superior que tienen empleo, el 50,7% (146.400) son mujeres, no lo es menos que la mujer queda relegada de los puestos de dirección y gerencia en comparación con el hombre y sólo ocupan 3 de cada diez de estos puestos directivos de la economía regional (28,81%) De los 23.600 directores y gerentes, 16.800 son varones y 6.800, mujeres.
La brecha de género en el desempleo (15,4 puntos) aumenta según crece el nivel de formación alcanzada y llega a los 36,6 entre las personas con educación superior
Los datos, que proceden de la Encuesta de Población Activa de 2019, revelan un hecho más preocupante del mercado laboral desde perspectiva de género: Una de cada cuatro mujeres que está en paro (24,10%) está sobradamente preparada. De las 92.100 mujeres en paro, 22.200 tenían estudios de educación superior, son más del doble que los 10.300 hombres que con el mismo nivel de estudios estaban sin empleo.
Los datos de la EPA anual de 2019 también muestran que el desempleo afecta mayoritariamente a las mujeres, con una brecha de género de 15,4 puntos. De los 159.600 parados, 67.500 (42,3% eran hombres) y 92.100 (57,7%), mujeres. Y esa brecha se agranda en los niveles altos de preparación. Entre los parados con educación secundaria la brecha es de 19,7 puntos. En el nivel de Segunda etapa de educación secundaria con orientación profesional (incluye educación postsecundaria no superior) la diferencia es de 21,4 puntos y en el mayor nivel educativo, el de estudios superiores, llega a 36,6 puntos.
Avance en el empleo de técnicos y profesionales
La brecha de género en la ocupación en la economía regional es de 17,4 puntos
En cuanto a la ocupación, el avance en el empleo femenino, sí se ha producido en el segundo escalón, el de técnicos y profesionales científicos e intelectuales, en el que la mujer ocupa el 56% de los puestos. Dos de cada diez mujeres con empleo está en este nivel. Otras tres están en el sector de servicios de restauración, personales y de protección.
Los puestos en los que la mujer supera en valores absolutos son además de los de técnicos de primer nivel (67.500 frente a 53.300), los de empleados administrativos y contables (52.000 frente a 25.500), trabajadoras de servicios de restauración, personales y de seguridad (103.500 frente a 71.200) y los de ocupaciones elementales (61.200 frente a 55.000).
Tres de cada cuatro mujeres trabaja en puestos de dirección, técnico o técnicos de apoyo, administrativo y en servicios de restauración, personales y de protección. El resto, una de cada cuatro lo hace como personal cualificado de los sectores agrícola o ganadero y de la industria manufacturera, operadoras de maquinaria, ocupaciones elementales y puestos militares.
En el caso de los varones, seis de cada diez trabajan en estas últimas ocupaciones, mientras los cuatro restantes lo hacen en el primer bloque, que es dominado por las mujeres con una media de empleo de 256.800 trabajadoras frente a los 212.600 varones.