Toledo, 1 de septiembre de 2016.- Todavía no ha trascendido el futuro de los ocho establecimientos de calzados Marypaz que, de momento, sobreviven al concurso de acreedores dictado hace dos meses. La inyección de 30 millones de euros por el fondo de inversión Black Toro Capital va a permitir a la compañía sevillana salir de la uvi y proyectarse en el mercado. La empresa prepara un nuevo proyecto estratégico sobre la base de la reorganización de la red comercial y su expansión en el extranjero. La delicada situación en la que entró en abril se ha saldado en nuestra Comunidad con el cierre de dos tiendas, el 25 por ciento, una en Toledo y otra en Cuenca.
El fondo Black Toro Capital inyecta 30 millones de euros
El desembolso de esos 30 millones será en varias fases. En la primera, de forma inmediata la mayor red española de zapatería contará con diez millones de euros que permitirán a llenar las 200 tiendas con la colección de otoño-invierno y hacer frente a las deudas con sus proveedores, con la mayoría de los cuales había llegado a un acuerdo de pagos. Los otros 20 millones servirán a la zapatera a llevar a cabo inversiones estratégicas una vez que se levante el concurso, algo que se espera para primeros de año, y proceder a la apertura de las tiendas cuyos planes estaban avanzados, como las de Italia. Además de las tiendas en España, la marca tiene establecimientos en Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes, Francia, Guatemala, Honduras, Kuwait, Portugal, Qatar y República Dominicana. La cadena espera facturar este año 110 millones de euros, la misma cuantía que en 2015 y por debajo de los 121 de 2014, los 140 de 2013 y los 176 de 2012. Con el plan estratégico, Marypaz prevé cambiar la tendencia e ir acerándose en los ejercicios siguientes a la cifra de negocios de hace cuatro años.
En estos momentos, la marca está procediendo a la liquidación del stock mientras prepara la entrada de las nuevas colecciones. La sede de la compañía, su sede administrativa y su estudio de diseño permanecerán en Sevilla. La empresa que se creó en 1972 y que ahora está gestionada por la segunda generación de la familia Aguaded, seguirá bajo esta dirección, aunque los Aguaded perderán la mayoría en el capital social.
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