Algo se mueve para diseñar el futuro, que es cosa de sabios… y de Europa

No ha sido lo único que ha cambiado por el empuje de Europa. Se demanda de nuestro país un amplio consenso que involucre a los partidos que gobiernan ahora y que pudieran hacerlo después y que los haga copartícipe y corresponsables para responder del dinero que se reciba y de las condiciones asociadas.

El PSOE de Pedro Sánchez está dispuesto a readaptar el pacto con Podemos. Podemos está dispuesto admitir a Ciudadanos. Ciudadanos está dispuesto a pactar el presupuesto con el PSOE y pide a Sánchez que busque consenso con todos, es decir con el PP. El PP se abre a hablar con el PSOE de las cuentas públicas (que es la ficha económica de los planes políticos) para los próximos años. Esquerra Republicana no huele la jugada, y vira hacia lo suyo. El PNV está con la vista puesta en las elecciones vascas, pero quiere estar en la cocina.

Los empresarios celebran una convocatoria de primeros espadas de la economía española para hablar de la reconstrucción. Están todos los que son y son todos los que están. e Pablo Isla (Inditex), Juan Roig (Mercadona), Ana Botín (Santander), Carlos Torres (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), José Bogas (Endesa), Francisco Reynés (Naturgy), Antonio Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona) o Beatriz Corredor (Red Eléctrica), Desde la tribuna política, los defensores de la mano de hierro con los beneficios siguen con interés la cumbre y ven posible compartir la hoja de ruta de algunas empresas.

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada, una fábrica de ideas con patrocinio de los principales bancos españoles, Telefónica, ACS o Abertis, ha puesto a 20 sabios a trabajar. Entre ellos están reputados economistas de BBVA Research, Banco Sabadell, Funcas, Caixabank, Repsol, MCH Investment Strategies., Equipo Económico, Asociación Española de Banca. El primer documento es sobre estabilidad macroeconómica y presupuestaria. Y habla de reformas económicas para aumentar el crecimiento y el empleo, racionalización del gasto público, mejora de la estructura fiscal (impuestos) y no descartando como último recurso su subida.

Algunos de estos sabios pertenecen a otro grupo de análisis creado hace un mes por Pedro Sánchez y formado por cien expertos en diferentes áreas, que trabajan en 10 grupos temáticos. La existencia de este grupo de La Moncloa se conoce justo cuando ve la luz el primer informe del grupo de los 20 sabios.

No es la primera vez que el Gobierno tira de expertos. Ya lo hizo para preparar el nuevo modelo de financiación autonómica. Hace tres años que entregaron el trabajo y el Gobierno, que es al que le toca poner el dinero en la financiación, no tuvo ni tiene prisa por hacerles caso. Está vez el gobierno sí hará caso a los sabios, porque es el que recibe el dinero.

El presidente González, con predicamento en sectores económicos, lanza la primera andanada y dice que el gobierno de coalición “a veces le parece el camarote de los hermanos Marx”.

En el sector de la comunicación, se produce el relevo en uno de los principales diarios españoles, El País. De referencia para la socialdemocracia, anda buscando su sitio en el nuevo futuro político y económico español. También se agita la coctelera para que de una vez por todas se desatasque el concurso para relevar a Rosa María Mateo al frente de la televisión pública estatal. Hay batalla en los medios.

Ahora falta cuadrar el frente institucional, pieza esencial en la estrategia y en la ejecución de la planificación futura, especialmente las Comunidades Autónomas, que son responsables del gasto de 200.000 millones de euros anuales y de ellas dependen los pilares del bienestar: sanidad, educación y servicios sociales. Son 78.000 millones menos de los que maneja la Administración General del Estado. También a las Corporaciones Locales, las administraciones que tienen superávit y que gastan 80.000 millones al año. En total, con los 140,000 millones de la Seguridad Social, el gasto público español es de casi 700.000 millones de euros.

De ese dinero y de más es sobre el que están pensando los sabios, más allá de los dogmatismos programáticos de los partidos. Y una cosa está clara, los actores principales de nuestra economía, sindicatos, patronal y principales empresarios no están dispuestos a quedarse al margen y quieren estar en el centro de las decisiones.