El nivel de caída provocado por la crisis sanitaria en la creación de tejido productivo no tiene precedentes, ni tan siquiera en los meses más negros de la recesión del ladrillo. En los cinco primeros meses del año en Castilla-La Mancha han iniciado su actividad 817 empresas, casi un 39% menos que en el mismo periodo del año pasado, que tampoco fue especialmente bueno acusando ya el inicio de la desaceleración económica.
Las nuevas empresas de nuestra región han puesto en circulación 22 millones de euros, de los que 8,8 llegan de la mano de las constituidas en mayo. En el conjunto del país, en mayo se crearon 3.788 sociedades mercantiles, un 55,9% menos que en el mismo mes de 2019. El capital suscrito para su constitución superó los 144 millones de euros, con un descenso anual del 71,1%. El capital medio suscrito (38.124 euros) disminuyó un 34,6%. Todas las comunidades registraron descensos anuales en el número de sociedades mercantiles creadas. Canarias, Aragón y Cataluña presentan las mayores bajadas.
El número de sociedades mercantiles disueltas en mayo es de 481, un 70,5% menos que en el mismo mes de 2019. De éstas, el 75,3% lo hicieron voluntariamente, el 13,7% por fusión y el 11,0% restante por otras causas. En el caso de Castilla-La Mancha, sólo se registraron 3 disoluciones de compañías, lo que supone un descenso del 90%, el mejor dato del país. De las tres disoluciones, dos tuvieron causa voluntaria y la tercera fue por fusión de compañías.
Todas las compañías creadas en nuestra Comunidad lo fueron bajo la modalidad de sociedad limitada. Además del nacimiento y cierre de compañías, 25 empresas castellano-manchegas acudieron a ampliaciones de capital por un volumen total de 3,7 millones de euros. Otras 4 compañías que ya operaban redujeron su capital