Las empresas de Madrid se fugan a Castilla-La Mancha y rompen del mito el dumping fiscal

Hay otros componentes que están detrás de ese cambio de sedes sociales de las compañías. Uno de ellos son las subvenciones que se otorgan a algunas empresas. Esto juega a favor de Castilla-La Mancha, porque las ayudas, especialmente las europeas, contribuyen a que algunas compañías se trasladen o creen fábricas, almacenes o delegaciones en nuestra Comunidad. Mientras que otro, el de la presión de la inspección fiscal, influye más en la fuga de compañías hacia Madrid donde por su tamaño despiertan menos la atención en los planes anuales de inspección que si permanecen en nuestra Comunidad, donde son las grandes entre las pequeñas.

A finales del tercer trimestre de este año a Castilla-La Mancha llegaron 63 compañías que trasladaron su sede desde otras regiones, 50 de ellas desde Madrid. En ese periodo salieron de nuestra Comunidad 53 compañías, de ellas 33 hacia Madrid. En total nuestra Comunidad cerró el periodo con un saldo positivo de 10 empresas más. En el mismo periodo del año pasado, nuestra Comunidad recibió el traslado de 57 compañías, mientras que se fueron 47. El flujo principal también fue con Madrid hacia donde se fueron 28 mercantiles y desde donde vinieron 42. Ese mismo comportamiento favorable a nuestra Comunidad se produjo en 2018. Tanto en los nueve primeros meses de este año como en los del año pasado y los de 2018 Castilla-La Mancha aparece como la tercera región receptora de empresas que se trasladan desde Madrid hacia otras comunidades.

En su conjunto, durante los tres primeros meses del año pasado de Madrid salieron 307 compañías y recibió a 356. La mayor parte de esa diferencia se debe al flujo con Cataluña, cuyo saldo se cierra con 30 compañías a favor de Madrid. Durante ese mismo periodo de este año, de Madrid han trasladado su sede social 382 compañías y ha recibido a 324, lo que deja un saldo negativo de 58 empresas. Cataluña sigue siendo la Comunidad de origen con mayor número de traslados a Madrid, mientras que Andalucía es la que más se ha beneficiado de la fuga de empresas desde la Comunidad del centro de España.

La Ministra de Hacienda mantenía el propósito impulsado desde algunas comunidades, como la castellano-manchega, de tratar de acabar con el dumping fiscal de Madrid, mediante el establecimiento de unos niveles mínimos de tipos en algunos impuestos, lo que supondría elevar la presión fiscal en Madrid para tratar de combatir la fuga de otras compañías hacia esa Comunidad. A este propósito, la ministra María Jesús Montero señaló que esas medidas se abordarían en la reforma del sistema de financiación autonómica.