Ha sido en Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde ha inaugurado un nuevo Centro de Salud, junto al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz; el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; y el alcalde de la localidad, José Luis Blanco.
Ha sido en este contexto donde el presidente regional, ante el incremento de casos en algunas comunidades autónomas, ha abogado por intentar mantener "una relativa serenidad" porque, según ha defendido, están funcionando el sistema sanitario y la vacunación.
"Hay que mantener la calma, porque lo contrario, nos llevaría a una frustración vacunal muy considerable", ha advertido García-Page, quien ha asegurado que "la gente tiene que tener muy claro" que en Castilla-La Mancha se va a trabajar para que haya "un escenario de la máxima normalidad en la vida social y económica".
Dicho esto, ha afirmado entender "los nervios de otros colegas de comunidades autónomas y de otros países", pero considera que si a la gente se le ha exigido "un enorme esfuerzo de restricción antes de que existiera ni siquiera la posibilidad de la vacuna, ahora que la gente ha cumplido, las medidas que tomemos ahora tendrán que ser coherentes y proporcionadas". "No pueden ser ni las mismas ni igual de radicales, porque estaríamos quitando motivos a la vacunación".
Según ha destacado, "lo peor que puede pasar en la lucha contra el COVID es que la gente llegue a la conclusión que da igual lo que haga porque finalmente vamos a tener que estar encerrados en casa". "Vamos a intentar por las buenas convencer a todo el mundo para que se vacune" y ahora "con mucha prudencia pero sin miedo" -ha abundado- "hay que tener una vida mucho mejor que la que tuvimos pasada porque no nos podemos permitir la sensación de que esto no tiene final".
"Hay que tener aguante y serenidad" y eso -ha dicho- es lo que Castilla-La Mancha va plantear en el Consejo Interterritorial de Salud. "Aplomo y serenidad y cambiar paulatinamente el chip" es lo que el Gobierno regional va a plantear, ha insistido García-Page.
FONDO COVID
De otro lado, y después de que la oposición lograra meter en los Presupuestos Generales del Estado un fondo COVID de 9.300 millones para las autonomías, el presidente castellanomanchego ha apuntado que "el fondo COVID tiene que existir", lamentándose que tenga que llegar vía enmienda. "Si sigue habiendo COVID, tiene que seguir habiendo financiación COVID".