Precisamente esta circunstancia que es común a todas las Comunidades y el hecho de que su evolución sea imprevisible es lo que lleva al Ministerio de Hacienda a mantener un seguimiento mes a mes de su evolución para evitar que se dispare el déficit público del sector autonómico.
En los diez primeros meses del año, nuestra Comunidad ha logrado mantener bajo control este gasto que se reduce un -1,9% interanual, mientras que en el conjunto de las Comunidades crece un 1,9%. La reducción de la cuenta de Castilla-La Mancha se produce por una rebaja de lo pagado por las compras en productos sanitarios sin receta médica (-16,4%), que se quedan en 229,28 millones de euros. Esa reducción se debe fundamentalmente a la reserva de material que tiene la Comunidad, que el año pasado invirtió más de 143 millones de euros.
En cambio, se mantiene la tendencia de crecimiento de los costes de la farmacia hospitalaria y de las recetas. En el primer apartado el servicio regional de salud de nuestra Comunidad lleva gastados 256,83 millones de euros y en los pagos a las farmacias por recetas, 482,6 millones, lo que suponen crecimientos respectivos del 2,4% (6 millones de euros) y del 4,4% (20 millones de euros).
A finales de octubre el gasto del gobierno de Castilla-La mancha en material sanitario y medicamentos representaba el 14,6% del total realizado hasta esa fecha.
En total el sistema público de salud de nuestro país ha gastado en los diez primeros meses de 2021, 22.036 millones de euros en material sanitario, farmacia y recetas. La factura del covid en material sanitario asciende en lo que llevamos de año a 814,66 millones, de ellos el 5,47% corresponde a Castilla-La Mancha. Las recetas de las farmacias se llevan 10.322,67 millones de euros, más de la mitad del gasto acumulado, la farmacia hospitalaria 6.744 millones y el material sanitario 4.970 millones.