Así lo ha confirmado en rueda de prensa la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, que ha dado cuenta de este acuerdo aprobado en el Consejo de Gobierno de este martes, al estar decayendo la sexta ola del COVID-19.
La titular regional de Bienestar Social ha defendido que las medidas sanitarias aplicadas en los centros residenciales de la región han surtido efecto, pues han ayudado a poder limitar y contener contagios y proteger a mayores, colectivo más vulnerable.
García Torijano ha evidenciado el descenso de contagios en estos centros, indicado que este lunes se contabilizaban un total de 968 --834 usuarios y 134 trabajadores-- frente a los 2.314 que se registraron a finales de enero.
No obstante, y pese a que en estos centros los contagios se han reducido de forma notable, la consejera ha pedido prudencia, pues en estos espacios seguirán vigentes una serie de medidas sanitarias recogidas en los planes de contingencia, que varían en función de la evolución de los casos.
"Ha sido difícil tener que tomar estas decisiones, pero un mes después nos reconforta saber que han sido las adecuadas. Ahora estamos en disposición de poder flexibilizarlas y volver a la normalidad", ha insistido la consejera.
Tras admitir que tanto los mayores como el resto de usuarios de estos recursos asistenciales están deseando recuperar las visitas y las salidas, García Torijano ha precisado que seguirá la recomendación de realizar una prueba diagnóstica tanto en el caso de los usuarios como de los trabajadores al regresar tras un tiempo alargado.
De igual modo, ha hecho un llamamiento para que tanto el personal como los residentes completen su pauta de vacunación, pues está más que demostrada la eficacia de las vacunas a la hora de estar protegidos.
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